¡Go Gunners!
Históricamente, los rojos hemos sido del Liverpool. Hasta los vimos una vez en directo cuando vinieron al homenaje a Sammy Lee (mientras aún están por homenajear rojos de verdad como Castañeda, Roberto, Bustin, etc). Luego, algunos nos pasamos al Manchester, por Cantona, pero duró poco, un amor de verano. Ahora todos somos del Arsenal, rival del Villarreal en semis de la Champions. Obligados, claro. Porque la UEFA y la Federación dicen que si el Villarreal gana la Champions, el segundo y el tercero de la Liga jugarán la fase previa y, el cuarto, que se la envaine. Todo eso, a un mes para acabar la Liga. Por mucho menos colgaban a la gente en el Oeste, que sería salvaje pero al menos tenía unas reglas (“¿Se ha vuelto el mundo loco? ¿Es que soy el único aquí que no se caga en las putas reglas? ¡Apúntate un cero!”, John Goodman en El Gran Lebowski.) Bien, como a veces me aburro de que a los hinchas se nos tache poco menos que de cabezas huecas, que los hay en similar proporción al resto de la sociedad, y toda vez que no les queda a ustedes, rojos, más remedio que hacerse del Arsenal, les recomiendo que se lean el maravilloso libro de Nick Hornby Fiebre en las Gradas, porque así se harán del Arsenal para siempre y sin interés, como me pasó a mí hace ya 10 años. Les dejo una sola frase del, de lejos, mejor retrato de la relación enfermiza del hincha con su equipo: “Aquel triunfo en Wembley me perteneció a mí tanto como a Charlie Nicholas o a George Graham, y me lo trabajé tan a fondo como ellos. La única diferencia que hay entre ellos y yo estriba en que yo he invertido más horas, más años, más décadas que ellos, y por eso comprendo mejor qué sucedió aquella tarde. Por eso aprecio con más dulzura por qué sigue brillando el sol cada vez que la recuerdo”. ¡Go Gunners!
Históricamente, los rojos hemos sido del Liverpool. Hasta los vimos una vez en directo cuando vinieron al homenaje a Sammy Lee (mientras aún están por homenajear rojos de verdad como Castañeda, Roberto, Bustin, etc). Luego, algunos nos pasamos al Manchester, por Cantona, pero duró poco, un amor de verano. Ahora todos somos del Arsenal, rival del Villarreal en semis de la Champions. Obligados, claro. Porque la UEFA y la Federación dicen que si el Villarreal gana la Champions, el segundo y el tercero de la Liga jugarán la fase previa y, el cuarto, que se la envaine. Todo eso, a un mes para acabar la Liga. Por mucho menos colgaban a la gente en el Oeste, que sería salvaje pero al menos tenía unas reglas (“¿Se ha vuelto el mundo loco? ¿Es que soy el único aquí que no se caga en las putas reglas? ¡Apúntate un cero!”, John Goodman en El Gran Lebowski.) Bien, como a veces me aburro de que a los hinchas se nos tache poco menos que de cabezas huecas, que los hay en similar proporción al resto de la sociedad, y toda vez que no les queda a ustedes, rojos, más remedio que hacerse del Arsenal, les recomiendo que se lean el maravilloso libro de Nick Hornby Fiebre en las Gradas, porque así se harán del Arsenal para siempre y sin interés, como me pasó a mí hace ya 10 años. Les dejo una sola frase del, de lejos, mejor retrato de la relación enfermiza del hincha con su equipo: “Aquel triunfo en Wembley me perteneció a mí tanto como a Charlie Nicholas o a George Graham, y me lo trabajé tan a fondo como ellos. La única diferencia que hay entre ellos y yo estriba en que yo he invertido más horas, más años, más décadas que ellos, y por eso comprendo mejor qué sucedió aquella tarde. Por eso aprecio con más dulzura por qué sigue brillando el sol cada vez que la recuerdo”. ¡Go Gunners!
3 Comments:
Se puede decir más alto pero no más claro ni mejor.
Si el Mandril quedará cuarto, creeis que esto se llevaría a efecto?
claro que no, vamos, antes queman el país. pa rato se queda el Mandril sin champions.
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