Y miles y miles más
“Me di cuenta de que podría muy bien perdonarles que hubieran estado tan cerca y que sin embargo no lo consiguieran: eran jóvenes, habían hecho una temporada excepcional, y un hincha en realidad no puede pedir más”. Esto mismo lo podría asegurar yo, y miles y miles más, el día del último partido ante el Valencia, tal y como lo aseguraba Nick Hornby justo antes del Liverpool-Arsenal que cerraba la Liga 88-89. Pero para ello necesito, necesitamos, que nuestros jugadores, que hoy están aquí y mañana no se sabe, a diferencia de nosotros, que hoy estamos aquí y mañana y al otro y antes de antesdeayer –porque en esto no hay elección, es incurable-, se sacudan el miedo y, ante todo y más fácil, esa empanada tropical que ya existía en algunos mucho antes de que Aguirre empezara con los cambios. Porque yo, y miles y miles más, podemos entender que la presión te impida centrar la vista y que el mismo Puñal le hubiera pegado a una topera en el penalti, pero lo que no soportamos es la abulia, la apatía, la astenia primaveral de unos cuantos en la presión defensiva. Porque, si no pueden físicamente (y no me refiero a Milosevic), que salgan otros. El que no esté dispuesto a pasarlo la mitad de putas que lo pasé yo (por la actitud, no por el resultado), y miles y miles más, viendos en el campo, en la tele del bar, oyendo la radio (la forma más cruel de masoquismo, de ahí que muchos prefiramos ir al campo), pues que se coja la cesta, los emparedados y se vaya a Sorogain. Y no dispuestos por mí, ni por miles y miles más, sino por vosotros. Que hoy estáis aquí y mañana no se sabe (aunque algunos seáis tan rojos como el que más), pero que, a buen seguro y pase lo que pase, querréis dormir con la conciencia tranquila. Como haremos yo y miles y miles más. Gracias por adelantado.
“Me di cuenta de que podría muy bien perdonarles que hubieran estado tan cerca y que sin embargo no lo consiguieran: eran jóvenes, habían hecho una temporada excepcional, y un hincha en realidad no puede pedir más”. Esto mismo lo podría asegurar yo, y miles y miles más, el día del último partido ante el Valencia, tal y como lo aseguraba Nick Hornby justo antes del Liverpool-Arsenal que cerraba la Liga 88-89. Pero para ello necesito, necesitamos, que nuestros jugadores, que hoy están aquí y mañana no se sabe, a diferencia de nosotros, que hoy estamos aquí y mañana y al otro y antes de antesdeayer –porque en esto no hay elección, es incurable-, se sacudan el miedo y, ante todo y más fácil, esa empanada tropical que ya existía en algunos mucho antes de que Aguirre empezara con los cambios. Porque yo, y miles y miles más, podemos entender que la presión te impida centrar la vista y que el mismo Puñal le hubiera pegado a una topera en el penalti, pero lo que no soportamos es la abulia, la apatía, la astenia primaveral de unos cuantos en la presión defensiva. Porque, si no pueden físicamente (y no me refiero a Milosevic), que salgan otros. El que no esté dispuesto a pasarlo la mitad de putas que lo pasé yo (por la actitud, no por el resultado), y miles y miles más, viendos en el campo, en la tele del bar, oyendo la radio (la forma más cruel de masoquismo, de ahí que muchos prefiramos ir al campo), pues que se coja la cesta, los emparedados y se vaya a Sorogain. Y no dispuestos por mí, ni por miles y miles más, sino por vosotros. Que hoy estáis aquí y mañana no se sabe (aunque algunos seáis tan rojos como el que más), pero que, a buen seguro y pase lo que pase, querréis dormir con la conciencia tranquila. Como haremos yo y miles y miles más. Gracias por adelantado.
1 Comments:
Cuánta razón tienes Jorge... hace poco me lo dijeron a mi, y a un amigo, uno que sabe bastante de esto: 'es más fácil cambiar de sexo que de equipo'... que cruz !!
Beti gorria, agur
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