Lambchop
Utrecht (Holanda), junio de 1996. “¡Hey, Lambchop, no te vi por Cincinatti! Este hombre ha estado en más conciertos míos que yo” dice Bob Dylan a la audiencia. Efectivamente, Lambchop (chuleta de cordero) ha estado, como muchos otros, en centenares de conciertos de Dylan y, cansado de oír cómo la gente pide canciones, siempre grita: “¡Gracias por venir, Bob, gracias por venir. Eres el hombre, siempre lo has sido y siempre lo serás. Toca lo que tú quieras!”. Bolonia (Italia), septiembre de 1997. 300.000 personas escuchan a Dylan, que ha cobrado 70 millones de pesetas por tocar tres canciones en el Congreso Eucarístico Mundial. La curia vaticana le ha pedido que toque Blowin´ in the wind, para algunos canción símbolo de la paz, y Juan Pablo II está en el escenario mientras Dylan, con sombrero vaquero, toca sus tres temas. No toca Blowin´ in the wind. Si el Papa hubiera conocido a Lambchop, sabría que Dylan no acepta peticiones. Kilkenny (Irlanda), julio de 2001. Mi primo Israel me pregunta por qué estoy llorando. Le podría decir que lloro porque me acabo de enterar de que han asesinado a José Javier Múgica en Leitza, pero le estaría mintiendo, aunque lo sienta terriblemente. Lloro porque delante nuestra Dylan está atacando los primeros versos de Visions of Johanna, cuando dice “estamos aquí desamparados, aunque pongamos lo mejor de nosotros mismos para negarlo”, y ésa es razón más que suficiente. Dylan va a tocar por la paz en Donosti el 11 de julio, aunque él ya ha solicitado que no haya ni una sola consigna política. Duro lo vas a tener, Bob, te van a hacer peticiones, a ti, que hace tres años que no tocas Blowin´ in the wind y del que algunos sabemos que la petición concedida eres tú mismo. Gracias por venir, Bob, gracias por venir. Toca lo que tú quieras.
Utrecht (Holanda), junio de 1996. “¡Hey, Lambchop, no te vi por Cincinatti! Este hombre ha estado en más conciertos míos que yo” dice Bob Dylan a la audiencia. Efectivamente, Lambchop (chuleta de cordero) ha estado, como muchos otros, en centenares de conciertos de Dylan y, cansado de oír cómo la gente pide canciones, siempre grita: “¡Gracias por venir, Bob, gracias por venir. Eres el hombre, siempre lo has sido y siempre lo serás. Toca lo que tú quieras!”. Bolonia (Italia), septiembre de 1997. 300.000 personas escuchan a Dylan, que ha cobrado 70 millones de pesetas por tocar tres canciones en el Congreso Eucarístico Mundial. La curia vaticana le ha pedido que toque Blowin´ in the wind, para algunos canción símbolo de la paz, y Juan Pablo II está en el escenario mientras Dylan, con sombrero vaquero, toca sus tres temas. No toca Blowin´ in the wind. Si el Papa hubiera conocido a Lambchop, sabría que Dylan no acepta peticiones. Kilkenny (Irlanda), julio de 2001. Mi primo Israel me pregunta por qué estoy llorando. Le podría decir que lloro porque me acabo de enterar de que han asesinado a José Javier Múgica en Leitza, pero le estaría mintiendo, aunque lo sienta terriblemente. Lloro porque delante nuestra Dylan está atacando los primeros versos de Visions of Johanna, cuando dice “estamos aquí desamparados, aunque pongamos lo mejor de nosotros mismos para negarlo”, y ésa es razón más que suficiente. Dylan va a tocar por la paz en Donosti el 11 de julio, aunque él ya ha solicitado que no haya ni una sola consigna política. Duro lo vas a tener, Bob, te van a hacer peticiones, a ti, que hace tres años que no tocas Blowin´ in the wind y del que algunos sabemos que la petición concedida eres tú mismo. Gracias por venir, Bob, gracias por venir. Toca lo que tú quieras.
3 Comments:
Dos preguntas dirigidas a los lectores de esta columna:
1ª- ¿Cual es la traducción exacta de "Blowin´in the wind"?.
2ª- ¿Cómo se consiguen las entradas para el concierto del día once de Julio?
Gracias.
Entradas no hacen falta porque el concierto es en la playa y gratuito. Y la traducción, pues cada uno que lo traduzca como quiera, no?
Entradas no hacen falta porque el concierto es en la playa y gratuito. Y la traducción, pues cada uno que lo traduzca como quiera, no?
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