30 diciembre 2006

Silbando

Esta muy divertido esto del regreso de la ORA a nuestras vidas. En mi trabajo, que para que nos entendamos esta a pie de calle, salgo de vez en cuando a intoxicarme un rato los pulmones. Pues bien: si no me han preguntado 1.000 personas en este ultimo mes y medio si funcionaba o no la ORA no me lo ha preguntado ninguna. Pues no se, caballero, pero usted mismo, que lo mismo le digo una cosa que le digo la otra era la respuesta mas habitual mientras trasegaba un trujilla. Los pobres conductores andaban entre el morbo de no pagar y el miedo de encontrarse con una multa no fuera a ser que hubiera pasado por alla un no huelguista. Ahora aseguran que si, que funciona, pero no del todo, porque va y lo que no funcionan ahora son la mitad de los parquímetros, con lo cual básicamente estamos en las mismas, que tienes una intranquilidad curiosa una vez que aparcas y te resulta imposible meter las monedas. Vamos, un cachondeo de tomo y lomo. En todo este proceso, absolutamente legitimo por parte de los trabajadores, ha brillando como nunca por su ausencia la falta de información del concesionario del servicio, esto es, del Ayuntamiento de Pamplona, que solo asomo el flequillo para anunciar que multaria a la empresa. Vamos, un anuncio que a los conductores les sirvio para bastante menos que nada, ya que la salud de las arcas municipales pues ya se sabe que interesa a los que las mueven y a cuatro mas, no al personal que va a ras de suelo, que bastante ha tenido con ser buena gente y buscar parquímetros que funcionaran. Que tampoco han sido mala gente los que no los han buscado, ¡eh!, pero en este asunto lo que esta bien claro es que los unicos que han perdido –aunque sea tiempo- han sido los del volante, mientras el ayunta silbaba y si aparcas atente a las consecuencias.