En el bolso
Quien más quien menos, todos hemos estirado alguna vez de pequeños las manos al bolso de nuestras madres, más concretamente a la zona del monedero. No sé, para despistar un par de durillos para un helao o unas pipas o cualquier marranada de ésas llenas de azúcar y que como me coma una ahora me deja la tripa del revés para una semana. Pero, vamos, que en una de esas incursiones al bolso materno me llego yo a encontrar 50.000 dólares y 9.100 euros –10 millones de pesetas- y me dan unos infartos leves y alguno que otro grave. Hubiera pensao yo: “¿Aquí quién es el ladrón, yo o mi madre?”, que es lo que hubiera pensao Paquirrín de haber hecho una incursión últimamente en el cuarto de su madre y de ahí al bolso, que su madre sisaba, hubiera pensao. Pero resulta que no, que la Pantoja dice que está todo muy claro. Que los 50.000 dólares son un prepago por un concierto que no se llegó a celebrar y que tiene que devolver al empresario. Y que los 9.100 euros –millón y medio largo de pesetas- son “para diario”. O sea, que los días de la Pantoja o son muy largos o muy extraños, porque dejarse 9.100 euros “para diario” es hasta difícil, por mucho foie que se compre una y mucha peluquería que visite. Porque sí que es verdad que cuentan que Marbella es cara, que es un sitio así de los de gastar, pero tanto tanto me parece a mi que no, que yo tengo un tío que vive en Marbella y creo que se las apaña con bastante menos. Pero bueno, si la Pantoja dice que está todo muy claro habrá que creerla. De todas formas, con menudas mujeres más curiosas que se lía el Cachuli. Entre una que veía entrar en casa bolsas de basura llenas de billetes y le parecía de lo más normal y otra que lleva 10 kilos en el bolso no me extraña que le haya dado por robar a él también.
Quien más quien menos, todos hemos estirado alguna vez de pequeños las manos al bolso de nuestras madres, más concretamente a la zona del monedero. No sé, para despistar un par de durillos para un helao o unas pipas o cualquier marranada de ésas llenas de azúcar y que como me coma una ahora me deja la tripa del revés para una semana. Pero, vamos, que en una de esas incursiones al bolso materno me llego yo a encontrar 50.000 dólares y 9.100 euros –10 millones de pesetas- y me dan unos infartos leves y alguno que otro grave. Hubiera pensao yo: “¿Aquí quién es el ladrón, yo o mi madre?”, que es lo que hubiera pensao Paquirrín de haber hecho una incursión últimamente en el cuarto de su madre y de ahí al bolso, que su madre sisaba, hubiera pensao. Pero resulta que no, que la Pantoja dice que está todo muy claro. Que los 50.000 dólares son un prepago por un concierto que no se llegó a celebrar y que tiene que devolver al empresario. Y que los 9.100 euros –millón y medio largo de pesetas- son “para diario”. O sea, que los días de la Pantoja o son muy largos o muy extraños, porque dejarse 9.100 euros “para diario” es hasta difícil, por mucho foie que se compre una y mucha peluquería que visite. Porque sí que es verdad que cuentan que Marbella es cara, que es un sitio así de los de gastar, pero tanto tanto me parece a mi que no, que yo tengo un tío que vive en Marbella y creo que se las apaña con bastante menos. Pero bueno, si la Pantoja dice que está todo muy claro habrá que creerla. De todas formas, con menudas mujeres más curiosas que se lía el Cachuli. Entre una que veía entrar en casa bolsas de basura llenas de billetes y le parecía de lo más normal y otra que lleva 10 kilos en el bolso no me extraña que le haya dado por robar a él también.
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