El okupa
A no ser que nuestro protagonista disponga de un clon con idéntico nombre y apellidos –lo que no es nada factible, dado que su nombre y sus apellidos no son muy comunes- me parece que tenemos un problema. O, cuando menos, un misterio. O, afinando, una desvergüenza. Porque, al Director del Instituto Navarro de Bienestar Social del Gobierno de Navarra de UPN –o a su clon- le acaban de conceder o bien una VPO o bien una VPT, que, para el caso, lo mismo da. A eso le llamo yo Bienestar Social, el suyo de él, claro. Desconocemos si el citado campeón posee pareja e innumerables hijos, pero sí conocemos su edad: 38 o 39 años. De estos, ya 14 de ellos en el mundo laboral y 11 en administraciones públicas. Los últimos seis años, como alto cargo –rango de Director General-, tanto en La Rioja como en Navarra. Su sueldo aproximado desde hace 4 años es de unos 57.000 euros brutos anuales, unos 4.100 al mes. Desconocemos si el mentado campeón dona sus ganancias para la cría de la rana bermeja o le pega al vino, pero podemos deducir que con ese sueldo un poco de ahorrar ya podría haber hecho, como todo hijo de vecino. A no ser que haya ahorrado tanto que pague la VPO o la VPT al contado y en mano, que también podría ser. Lo que sí sabemos, porque eso es evidente, es que hasta ahora carecía de vivienda en propiedad o, si la tenía, la quería cambiar. Es muy libre pero, si la quieres cambiar, con ese sueldo deberías estar obligado a ir al mercado libre, como todo hijo de vecino, que aquí algunos siguen las teorías económicas liberales cuando les sale de los cojones, pero, para pillar casa, a la VPO. Tal vez él no tenga la culpa –aunque un poco de ahorrar ya podías haber hecho, majo-, pero esto funciona muy mal si a él -o a su clon- le tenemos que subvencionar, entre todos, el piso.
A no ser que nuestro protagonista disponga de un clon con idéntico nombre y apellidos –lo que no es nada factible, dado que su nombre y sus apellidos no son muy comunes- me parece que tenemos un problema. O, cuando menos, un misterio. O, afinando, una desvergüenza. Porque, al Director del Instituto Navarro de Bienestar Social del Gobierno de Navarra de UPN –o a su clon- le acaban de conceder o bien una VPO o bien una VPT, que, para el caso, lo mismo da. A eso le llamo yo Bienestar Social, el suyo de él, claro. Desconocemos si el citado campeón posee pareja e innumerables hijos, pero sí conocemos su edad: 38 o 39 años. De estos, ya 14 de ellos en el mundo laboral y 11 en administraciones públicas. Los últimos seis años, como alto cargo –rango de Director General-, tanto en La Rioja como en Navarra. Su sueldo aproximado desde hace 4 años es de unos 57.000 euros brutos anuales, unos 4.100 al mes. Desconocemos si el mentado campeón dona sus ganancias para la cría de la rana bermeja o le pega al vino, pero podemos deducir que con ese sueldo un poco de ahorrar ya podría haber hecho, como todo hijo de vecino. A no ser que haya ahorrado tanto que pague la VPO o la VPT al contado y en mano, que también podría ser. Lo que sí sabemos, porque eso es evidente, es que hasta ahora carecía de vivienda en propiedad o, si la tenía, la quería cambiar. Es muy libre pero, si la quieres cambiar, con ese sueldo deberías estar obligado a ir al mercado libre, como todo hijo de vecino, que aquí algunos siguen las teorías económicas liberales cuando les sale de los cojones, pero, para pillar casa, a la VPO. Tal vez él no tenga la culpa –aunque un poco de ahorrar ya podías haber hecho, majo-, pero esto funciona muy mal si a él -o a su clon- le tenemos que subvencionar, entre todos, el piso.
3 Comments:
menudo inmoral está hecho ese! vamos, que una cosa es que entres dentro del baremo, y otra es que tengas los güevos de pedir una VPO sabiendo que hay gente que la necesita mucho mucho más que tú.
Y luego está quien sea que le ha concedido un pisico a este listo. Qué par! qué par de pares de güevos!!
Por cierto, no me explico que esto no haya tenido más repercusión en los medios.
Como siempre, no es un asunto nuevo, es asunto rancio y podrido.
Que risa las promesas electorales...
Pues me alegro de no haber solicitado un piso de esos. No quiero ni pensar que me tocara un tipo como ese de vecino. Lo mismo tiene cuarto y mitad de escoltas permanentes velando por su ausencia y me fumigan mis cuatro tristes plantitas de marijuana. Qué alivio, de nuevo.
Publicar un comentario
<< Home