Líneas rojas
Ha dicho Roberto Jiménez –portavoz del PSN en el Parlamento- que si UPN acepta las “líneas rojas” que el PSN va a introducir en el proyecto de presupuestos entonces no habrá ningún problema para que ellos, los del PSN, apoyen esos presupuestos. Me ha entrao tal ataque que he abierto los ojos y se me ha metido el champú y, del susto, mi patito se ha hecho fuerte detrás de los geles. Ahí estaba, agarrao al frasco de Dove. Es que me ha hecho mucha gracia eso de las “líneas rojas”, a estas alturas de la fotonovela. Estos aún se las dan de rojos, hay que joderse. Y luego que a ver quién se cree que no lo tienen ya todo pactado y bien atado, que ése es un truco más viejo que la tos. Quedas con el otro que no incluya equis cosas en los presupuestos, las presentas tú como enmiendas para dártelas de social –ahora se confunde social con rojo-, el otro hace como que le duele mucho aceptarte las enmiendas, tú haces como que aprietas, el otro al final acepta “por el bien de la estabilidad” y tú quedas como el campeón de las causas justas. Y a otra cosa y al Alhambra a comer, merendar y cenar. Ha dicho también que “necesitan tiempo” para analizar lo que ha presentado UPN y luego otras cosas que no he oído porque medio ciego, mojao y lleno de espuma me he abalanzado sobre la radio para apagarla, que es la reacción química que me produce escuchar o leer o ver a algún mandamás del PSN desde hace unos meses, que prefiero correr el riesgo de desnucarme en la bañera que oírles un solo segundo. Ya lo siento, pero es lo que hay. Inmediatamente, Martiko ha salido de su escondrijo –“es que me ponen del hígado”, me ha reconocido- y hemos seguido con nuestro aseo, porque no sé lo que pasa últimamente por esta tierra, que hay una cantidad de sarro en el ambiente... A otros, ni el Jordán.
Ha dicho Roberto Jiménez –portavoz del PSN en el Parlamento- que si UPN acepta las “líneas rojas” que el PSN va a introducir en el proyecto de presupuestos entonces no habrá ningún problema para que ellos, los del PSN, apoyen esos presupuestos. Me ha entrao tal ataque que he abierto los ojos y se me ha metido el champú y, del susto, mi patito se ha hecho fuerte detrás de los geles. Ahí estaba, agarrao al frasco de Dove. Es que me ha hecho mucha gracia eso de las “líneas rojas”, a estas alturas de la fotonovela. Estos aún se las dan de rojos, hay que joderse. Y luego que a ver quién se cree que no lo tienen ya todo pactado y bien atado, que ése es un truco más viejo que la tos. Quedas con el otro que no incluya equis cosas en los presupuestos, las presentas tú como enmiendas para dártelas de social –ahora se confunde social con rojo-, el otro hace como que le duele mucho aceptarte las enmiendas, tú haces como que aprietas, el otro al final acepta “por el bien de la estabilidad” y tú quedas como el campeón de las causas justas. Y a otra cosa y al Alhambra a comer, merendar y cenar. Ha dicho también que “necesitan tiempo” para analizar lo que ha presentado UPN y luego otras cosas que no he oído porque medio ciego, mojao y lleno de espuma me he abalanzado sobre la radio para apagarla, que es la reacción química que me produce escuchar o leer o ver a algún mandamás del PSN desde hace unos meses, que prefiero correr el riesgo de desnucarme en la bañera que oírles un solo segundo. Ya lo siento, pero es lo que hay. Inmediatamente, Martiko ha salido de su escondrijo –“es que me ponen del hígado”, me ha reconocido- y hemos seguido con nuestro aseo, porque no sé lo que pasa últimamente por esta tierra, que hay una cantidad de sarro en el ambiente... A otros, ni el Jordán.
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