03 febrero 2008

Diferencias

Multitud de medios –incluido éste- se hicieron eco de la retirada –parcial, no total- por parte de un programa de televisión estadounidense de un vídeo en el que se podía ver, se decía, al fallecido Heath Ledger o borracho o puesto o todo junto. Llamadas al programa de compañeros como Natalie Portman, Sarah Jessica Parker o Josh Brolin lograron detener la emisión íntegra de las imágenes, pero no de algunas partes en las que, al parecer, Ledger explicaba que consumía drogas. El viernes, Concha Velasco –y la Quintana y la Milá y...- entraba en directo por teléfono para reírles las gracias a los del Tomate, los mismos que, de la mano de una cámara oculta, sacaron borracho al hermano de la Pantoja o a Pipi y Terelu en pleno precalentamiento y tantas otras indecentes faltadas a la privacidad de muchos hijos de vecino, que serán todo lo detestables que se quiera pero que siguen siendo hijos de vecino. Ocurre que, con actuaciones como la de la Velasco, al final se da pábulo para que estos programas que se saltan la raya sigan existiendo, aguijoneando a todo aquel que se les ponga por delante, sin que compañeros de profesión –actores, cantantes, etc- sean capaces de negarles la palabra. Así que el Tomate volverá –si es que se ha ido- y tendremos más periodismo de altura. Hablando de periodismo de altura, no es bueno considerar a la agencia Efe –a nadie- un catecismo. Heath Ledger murió con 28 años y, según Efe, en la cinta reconocía que llevaba fumando 5 porros al día durante los últimos 20 años. Ledger, por tanto, se fumaba cinco petas diarios desde los 8 años y todos los medios así lo escribieron, sin plantearse ni un solo segundo que eso es imposible. Es un error banal sin mala intención, pero al que hay que atender si queremos distinguir unos periodismos de otros.