A los leones

¿A usted realmente qué le interesa más: que hoy UPN decida que ni que sí ni que no o que si mañana pide hora en el neurólogo no se la den hasta para dentro de tres meses? Si es usted de los primeros –que los hay, y muchos- es porque usted ya no necesita un neurólogo, sino directamente un psiquiatra. En ese caso, la espera varía entre los 2 y los 3 meses. No obstante, para pasar el rato, siempre puede echar la mañana en los centros de atención primaria, donde una cita para las 9 de la mañana se convierte en que le atienden a las 10 y media. Pero usted no se preocupe, siga firmemente convencido de que lo importante es que no lleguen los vascos –o que lleguen, que es lo mismo-, con quién cena Sanz, con quién habla Blanco y qué dice Zabaleta. ¿Y a quién cojones le importa? Pues hay gente, hay gente, yo mismo a veces también pierdo el tiempo con estas cortinas de humo. O tal vez sean los asideros a los que se agarran los que no saben afrontar los problemas reales, los que cuando tus médicos se marchan en estampida porque les ofreces mucho menos que en otros sitios ya que sólo das para sanidad el 5% del PIB –un punto menos que en España y dos menos que en Europa- se montan un viaje a Argentina para fichar médicos como si fueran ojeadores de Osasuna que van a ver partidos de Velez Sarsfield en busca de un nuevo Agüero. Pero, a lo que se ve, a usted y a otros muchos miles estos asideros les erectan cantidad, que este tema del vienen o no vienen da unos réditos fenomenales, mientras las cosas de la vida se van enfangando. Pero como de momento mal que bien comemos caliente todos los días y aún nos llega para ir a la privada si se retrasa la pública, nosotros a lo nuestro, al pan y circo, a ver qué decide hoy el senado romano. Nos deberían echar a todos a los leones.