15 octubre 2008

¡Vamos Santi!

Jodé, qué morbazo lo de Cervera, ya estoy viendo a todos los corredores de apuestas desde el Labrit hasta el Ogueta ocupando el Congreso y lanzando y recogiendo las apuestas de los Diputados. “¡Mil a dos a que vota que sí a la enmienda a la totalidad!”, cantará uno. “Mil a seis a que no”, clamará el otro. Si es que sería tal el volumen de apuestas que igual hasta pasaría a ser la porra principal del Kantabriko de Tolosa, me río yo de los desafíos de hachas. Yepaa, 400 ovejas a que no contra tu Mercedes. Bueno, el caso es que va a ser un momentazo, espero que lo enfoquen con bien de cámaras por todas partes. Yo, después de no dar crédito a la jugada de Sanz, casi como que no voy a apostar nada, que esta gente se escapa de lo que es la comprensión de las personas mal llamadas normales. Claro, que luego también está lo que van a hacer Pérez Lapazarán y Palacios, que, según dicen los momios, andan más cerca de votar con el PP que con UPN, que no parece ser el caso de Carlos Salvador y María Caballero, que o por más jóvenes o más recién llegados o más sumisos huele como a que van a votar al partido por el que se presentaron. Es lo mismo, el resultado es muy incierto y emocionante a un tiempo. Por si acaso, Cervera ya ha manifestado que estará “a la altura de lo que se espera en las votaciones”. Joder, Santi, anda, alégranos un poco el mes, que está mustio, vota que sí a la enmienda, majete, vota que sí. No por nada, que al final es una bobada que no lleva a ningún sitio, pero más que nada por variar, porque haya algo de salsa. Y que luego te pida Sanz, como ya ha declarado, el acta de diputado y luego formas partido o te escindes tú sólo y dos más o yo qué sé. Y recuerda que la primera impresión de la conciencia es la que vale. ¡Aúpa Santi! ¡1.000 a dos!