A dos velas

La Comisión Nacional de la Energía –que es como decir nada, porque salvo sus familiares y amigos a ver quién es el listo que sabe quién la forma- le acaba de limpiar el culo al ministro de Industria, Miguel Sebastián. Esta táctica es muy habitual en los gobiernos, la de que te limpien el culo antes de que pases por el baño. Consiste en que la comisión de turno –que es un órgano gubernamental al que se escucha pero al que no hay por qué hacer caso, como los consejos médicos- suelta la mayor burrada que se pueda uno imaginar, llega el ministerio correspondiente, la califica de inadmisible –normalmente son subidas de precios- y así el ministro queda como un txapeldun y, en este caso, como un socialista que te cagas, valga la redundancia. Con su petición de que la factura de la luz a los particulares suba un 31% en 2009, la CNE ya ha logrado su objetivo. Ha conseguido que todo el mundo se le eche encima –aunque todos nos hemos caído, ya que no conocemos a nadie que curre allí- y que, apenas dos horas después de su anuncio, Sebastián haya dicho que ese aumento es una “barbaridad”. Así que prepárense para que por lo menos nos suban el recibo de la luz del orden de un 8 o un 10% y que encima haya que darle las gracias al mamón éste y al gobierno que le acoge desde que se pegara el gran churrazo en las elecciones madrileñas, ese gran detritus que luego nos afecta a todos. Hace un tiempo ya nos avisó de que en enero –no dijo de qué año- iba a bajar el gas, pero que en octubre, noviembre y diciembre había que subirlo para “asegurar el suministro”. Menudo negociante de aúpa que está hecho el ministro, incapaz de, cuando hay mayor demanda, lograr al menos que no suban los precios. Pedazo de política exterior que tenemos, pedazo de gestores. Yo me voy a comprar velas.