Ran
Vi el Debate sobre el Estado de Navarra durante unos momentos –se me atascó el mando entre Escenas de Matrimonio y ese tertuliano de la ETB-2 que es algo relacionado con el cannabis y que sabe de todo o lo parece y que al oírlo me dan ganas de esnifar helio- y en ese lapso apareció Roberto Jiménez escuchando a Miguel Sanz. Y no sé por qué me acordé de Ran Tan Plan, el perro de Lucky Luke. Por supuesto que el recuerdo no vino asociado a aspectos físicos, ni mucho menos a la condición canina del bueno de Ran o de Roberto Cara de Piedra, sino a lo que solía pensar Ran Tan Plan cuando veía a su amo: creo que he visto a Lucky Luke, me echaré a sus brazos. Y se le tiraba encima y le lamía la cara. En eso pensaba mientras veía a Sanz defender con vehemencia inusitada al PSN y Roberto le miraba con esa carica de arrobo que hasta llegué a pensar que en cualquier momento saltaba a la tribuna y le abrazaba. Pero a tanto no llegó la escena de matrimonio, supongo que se la guardaron para la intimidad. Poco después, Averell Dalton, el más alto de los hermanos –que muy terribles son, dice la canción-, surgía en escena vestido no sé yo si de Blues Brother o de enterrador, pero sin ningún genero de dudas muy apuesto y sobre todo muy presto a seguir dando borra a cuenta del entreguismo de Ran Tan Plan para con su amo, que está encantao con el perro que tiene, porque no ladra, te acompaña y cuando hace mucho calor da sombra. Averell siguió a lo suyo y lo mismo hicieron el cowboy y su fiel amigo, en la entrega de un episodio que por predecible y aburrido opté por no seguir viendo, teniendo como tenía ya la tensión en 22-16 ante tanta ética y tanta honestidad y coherencia general. En la ETB-2 echaban ya una de cuatreros, esos que roban ganado. ¿O eran votos? Ganado, votos, qué más da.
Vi el Debate sobre el Estado de Navarra durante unos momentos –se me atascó el mando entre Escenas de Matrimonio y ese tertuliano de la ETB-2 que es algo relacionado con el cannabis y que sabe de todo o lo parece y que al oírlo me dan ganas de esnifar helio- y en ese lapso apareció Roberto Jiménez escuchando a Miguel Sanz. Y no sé por qué me acordé de Ran Tan Plan, el perro de Lucky Luke. Por supuesto que el recuerdo no vino asociado a aspectos físicos, ni mucho menos a la condición canina del bueno de Ran o de Roberto Cara de Piedra, sino a lo que solía pensar Ran Tan Plan cuando veía a su amo: creo que he visto a Lucky Luke, me echaré a sus brazos. Y se le tiraba encima y le lamía la cara. En eso pensaba mientras veía a Sanz defender con vehemencia inusitada al PSN y Roberto le miraba con esa carica de arrobo que hasta llegué a pensar que en cualquier momento saltaba a la tribuna y le abrazaba. Pero a tanto no llegó la escena de matrimonio, supongo que se la guardaron para la intimidad. Poco después, Averell Dalton, el más alto de los hermanos –que muy terribles son, dice la canción-, surgía en escena vestido no sé yo si de Blues Brother o de enterrador, pero sin ningún genero de dudas muy apuesto y sobre todo muy presto a seguir dando borra a cuenta del entreguismo de Ran Tan Plan para con su amo, que está encantao con el perro que tiene, porque no ladra, te acompaña y cuando hace mucho calor da sombra. Averell siguió a lo suyo y lo mismo hicieron el cowboy y su fiel amigo, en la entrega de un episodio que por predecible y aburrido opté por no seguir viendo, teniendo como tenía ya la tensión en 22-16 ante tanta ética y tanta honestidad y coherencia general. En la ETB-2 echaban ya una de cuatreros, esos que roban ganado. ¿O eran votos? Ganado, votos, qué más da.
2 Comments:
Estos no roban ganado sino que roban al ganado que es como nos consideran a nosotros.
La cuestión es que roban. Y lo peor es que lo seguirán haciendo siempre. Esos no cambian.
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