Fotos
Todos hemos sido becarios. Incluso el hijo de Del Burger, que hace de becario en el PP y le registra los dominios –lo que me extraña es que no registraran hace años el www.navarraesnavarraynavarraesespaña.es-. También es becaria la Delegada del Gobierno. Una becaria-o, por muy brillante que sea, es como yo en un concurso de culturismo –que son unos señores que leen mucho y llevan gafas de pasta y citan a Proust y van al Vienés-: desentona, está como un poco perdida. Perdida porque, por ejemplo, queda muy mal dar una rueda de prensa y leer el papel sin levantar la vista, que cualquier día termina la conferencia diciendo: folio 2 de 2. O por sus despistes a la hora de colocarse para las fotos. Ayer mismamente se comprobó en las dos que reflejaban la visita del Ministro de Sanidad en este periódico: el ministro en primer plano y ella en segundo como que había llegado medio segundo tarde o, por ese ímpetu que tienen los recién llegados, estaba saludando a todos e interesándose por todo. No, no, error grave, Elma, gran fallo. En las fotos es como en la vida: o se está delante o mejor no asomarse. O es uno como Salinger, que todo el mundo ha oído hablar de él pero nadie le conoce el gepeto, o es como la Barcina, que todo el mundo le conoce el gepeto y quisiera no haber oído hablar de ella. En medio no se puede andar, porque al final no se sabe si quisiste pero no pudiste o si quisiste pero no te dejaron. A los ministros hay que seguirlos hasta el vestuario, con la cabeza alta, levantando la vista del papel, que se vea que uno ha nacido para eso, que se note que cunde el dinero que nos hemos gastado en tu master.
Posdata de ayer a las 11.15 horas: “cuando un tonto coge un camino y el camino se acaba, el tonto sigue”. Siendo muy finos. Puto asco.
Todos hemos sido becarios. Incluso el hijo de Del Burger, que hace de becario en el PP y le registra los dominios –lo que me extraña es que no registraran hace años el www.navarraesnavarraynavarraesespaña.es-. También es becaria la Delegada del Gobierno. Una becaria-o, por muy brillante que sea, es como yo en un concurso de culturismo –que son unos señores que leen mucho y llevan gafas de pasta y citan a Proust y van al Vienés-: desentona, está como un poco perdida. Perdida porque, por ejemplo, queda muy mal dar una rueda de prensa y leer el papel sin levantar la vista, que cualquier día termina la conferencia diciendo: folio 2 de 2. O por sus despistes a la hora de colocarse para las fotos. Ayer mismamente se comprobó en las dos que reflejaban la visita del Ministro de Sanidad en este periódico: el ministro en primer plano y ella en segundo como que había llegado medio segundo tarde o, por ese ímpetu que tienen los recién llegados, estaba saludando a todos e interesándose por todo. No, no, error grave, Elma, gran fallo. En las fotos es como en la vida: o se está delante o mejor no asomarse. O es uno como Salinger, que todo el mundo ha oído hablar de él pero nadie le conoce el gepeto, o es como la Barcina, que todo el mundo le conoce el gepeto y quisiera no haber oído hablar de ella. En medio no se puede andar, porque al final no se sabe si quisiste pero no pudiste o si quisiste pero no te dejaron. A los ministros hay que seguirlos hasta el vestuario, con la cabeza alta, levantando la vista del papel, que se vea que uno ha nacido para eso, que se note que cunde el dinero que nos hemos gastado en tu master.
Posdata de ayer a las 11.15 horas: “cuando un tonto coge un camino y el camino se acaba, el tonto sigue”. Siendo muy finos. Puto asco.
3 Comments:
Lo mejor, el colofón. (La posdata)
Gracias, Jorge.
La posdata es acertada y afilada. Lo anterior, lo que pasa aquí. Genial tron
Certero como siempre. Suerte que estás ahí para decir las cosas como son. ¡Adelante!
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