Infinito

Ya se sabe que sólo hay tres cosas infinitas (y no dos como decía Einstein, que sería todo lo listo que quieran pero no sabía contar): el universo, la estupidez humana y el talento de Bob Dylan. Y de las dos primeras no estoy tan seguro. Pero eso es irrefutable, metes esas tres cosas en el Predictor y da siempre positivo, como Ben Johnson. Que el universo es infinito lo demuestra por ejemplo que aquí estemos preocupados por el precio de los langostinos, por el Euribor o por trifulcas políticas o personales de medio o cuarto de pelo mientras en Gaza cae la que está cayendo o en el Congo o en cualquier parte y como no nos pilla cerca o dentro de unas fronteras que nosotros no inventamos nos parece que cae en el espacio exterior, tanto físico como mental. Aportar pruebas sobre la estupidez humana es estúpido, así que lo haré: yo mismo. Trataremos de mejorarlo en 2009. Y sobre la tercera variable es inútil insistir en la medida que buena parte de ustedes pudieron comprobar que se nos apareció por aquí a finales de junio de 2008 y desde entonces todo nos ha ido de mal en peor. Eso sólo lo pueden lograr o Dylan o, esforzándose mucho, Solbes, esa capacidad de cuando te vas dejar a tu alrededor un inmenso vacío. Hablando de vacíos: ¿recuerdan el acelerador de partículas, aquello que decían que si se pasaba de vueltas igual caímos en un agujero negro? Pues bien, ¿a cómo está el Euribor en ese agujero negro? ¿Y se ve la ETB en la TDT? Es por probar, que a lo mejor tampoco es para tan tremendo lo del agujero si hay servicio de biblioteca. Bueno, da igual, lo único realmente importante hoy es acordarse de los que ya no están, celebrar a los nuevos y lamentar si alguien se sintió ofendido en este pequeño hueco. Trataremos de mejorar en 2009. ¡Feliz año! Salud.