Adultas

Hace unas semanas, este periódico subtitulaba así una noticia: el 6,2% de los menores de edad accede a webs ‘adultas’. ¿Entran en la web de IBEX, hacen la simulación de declaración de la renta, buscan en Youtube los programas de Laurita Valenzuela? Un problema de espacio en el subtítulo creo que no era, porque adultas y de sexo ocupa lo mismo, así que o bien al redactor le daba algo de cosa poner de sexo o no le daba pero pensó para sus adentros que si ponía adultas seguro que no se lo cambiaban y si ponía de sexo igual sí. Es lo mismo, nos ha pasado a todos. Eso sí, ya en el texto como tal sí que ponía que el 6,2% de los menores entra en webs pornográficas, no ya de sexo, sino directamente pornográficas, lo que demuestra que efectivamente nuestras criaturas entran en la web del IBEX y aún no he visto a nadie poner el grito en el cielo por ello y porque nuestra juventud se vaya a echar a perder viendo páginas así tan llenas de vicio y depravación. Y gratis, que al menos las de sexo para ver algo te suelen cobrar, lo que no deja de ser un filtro de seguridad. Un 6,2%. Me dio que pensar. Mientras navegaba por la red con la mano que me quedaba libre, intuí que o bien esa encuesta se había efectuado entre la juventud que va de Erasmus al Vaticano o bien es cierto que la juventud de hoy en día no es como la de antes, que te jugabas la vida y la reputación por colarte de estranjis en una sala oscura a ver la última de Pajares y Esteso. Anda y que no me habría ahorrado yo sofocos si hubiese tenido delante mía en el ordenador el universo mundo a golpe de ratón en lugar de tener que urdir toda clase de estrategias como la de tener que averiguar el argumento de las películas que decía que iba a ver y que por supuesto no veía. Qué juventud, tienen todo al morro y no lo usan.