¿Cooperativismo?

El viernes, un bar del que soy habitual parroquiano va a vender las cervezas con un 40% de descuento. El dueño del bar me ha preguntado si yo creo que sería bueno publicitar la iniciativa. Le he dicho que sí, que cuantas más cervezas venda más ingresos obtendrá. Me ha contestado que hay un problema: que sólo va a vender con descuento 100 cervezas. Le he replicado que con más motivo, así las vende seguro. Él me ha contado entonces que tiene otro problema: si las publicita vendrá gente no habitual del bar y quizá los habituales nos quedemos sin la cerveza barata, con lo cual se da a conocer pero no nos fideliza. Es un dilema ético, le he reconocido, haz lo que debas. Finalmente, me lo ha confesado: resulta que se trata de una partida de cervezas subvencionada por el Gobierno de Navarra con dinero de todos –el gobierno paga los cascos y yo el líquido, han sido sus palabras-, con lo cual todos los clientes deberán demostrar fehacientemente que tienen sed y, según la legislación actual, él también está obligado a dar publicidad pública y no sólo privada a sus cervezas con descuento, para que todos los residentes en Navarra dispongan de las mismas posibilidades de enterarse de la atractiva oferta. Le he comentado que no le veo problema alguno, al fin y al cabo él las va a vender igual y va a cumplir con su labor, que no es otra que quitar la sed física o espiritual de aquel que la tenga. Ya, ya, me ha argumentado, el tema es que a mi en este momento lo que me interesa de verdad no el ánimo de lucro, es teneros contentos a vosotros, los de casa. Porque las 100 cervezas os las bebéis vosotros de una sentada y así venís más veces. Me ha preguntado a ver si yo podía hacer algo. ¿Pero tú me ves a mi cara de ser el que negocia la nueva ley de vivienda por parte del PSN?