El rosco
Faustino, sigamos, empieza por la C y puede contener cosas muy importantes. ¡Cojones! ¡Ohhh!, has fallado, era caja, pasamos el turno a Adolfo. Con la S: silla grande, habitualmente acolchada, que también suele indicar el lugar al que se aferran algunos y al que, atención, se le suele poner el adjetivo de orejero. ¡Putón! ¡Nooo, qué pena, Adolfo, error, era sillón, sillón, me parece que has equivocado orejero con desorejao, lo siento de veras! Bien, como Faustino ha tenido que salir a por unos recibos le va a sustituir Miguel en el equipo Nosotros no hemos sido. Buenas tardes, Miguel, ¿de donde vienes? De Corella. ¿Nervioso? Bien mal tirando, ¿puedo saludar? No, Miguel, lo siento. Con la D: dícese de la forma de gobierno en la que el poder se concentra en un solo individuo. Recuerda que si tienes dudas puedes pasar. No, no, los navarros hemos nacido para ser los primeros en todo. Adelante entonces. Demóstenes. ¡Noooo, Miguel, qué lástima! Christian, ¿puedo usar el comodín de la llamada? No podrá ser, Miguel, no tenemos comodín aquí, ánimo. Bueno, vale, pero a Pepiño llamarle le tengo que llamar porque le dije que tuviera el móvil libre de seis a ocho y no va a hacer falta, ¿no? No, Miguel, gracias, prosigamos con el equipo A nosotros que nos registren. Tenemos un nuevo participante. Tú nombre por favor. Roberto. Bien, Roberto, ¿preparado? Tú decides. ¿Perdón? Nada, nada, que se me han mezclado los folios, sigue, sigue, no pares, tún-tún. Así me gusta Roberto, alegría. A ver, con la T: es lo que presenta un material cuando deja pasar fácilmente la luz. ¡¡Miguel, ¿estás hablando con Pepe?!! Roberto, por favor, no está permitido hablar con el equipo contrario. Perdón, perdón, la costumbre. Con la T, con la T, con la T, deja pasar fácilmente la luz… ¡¡¡Trampilla!!!
Faustino, sigamos, empieza por la C y puede contener cosas muy importantes. ¡Cojones! ¡Ohhh!, has fallado, era caja, pasamos el turno a Adolfo. Con la S: silla grande, habitualmente acolchada, que también suele indicar el lugar al que se aferran algunos y al que, atención, se le suele poner el adjetivo de orejero. ¡Putón! ¡Nooo, qué pena, Adolfo, error, era sillón, sillón, me parece que has equivocado orejero con desorejao, lo siento de veras! Bien, como Faustino ha tenido que salir a por unos recibos le va a sustituir Miguel en el equipo Nosotros no hemos sido. Buenas tardes, Miguel, ¿de donde vienes? De Corella. ¿Nervioso? Bien mal tirando, ¿puedo saludar? No, Miguel, lo siento. Con la D: dícese de la forma de gobierno en la que el poder se concentra en un solo individuo. Recuerda que si tienes dudas puedes pasar. No, no, los navarros hemos nacido para ser los primeros en todo. Adelante entonces. Demóstenes. ¡Noooo, Miguel, qué lástima! Christian, ¿puedo usar el comodín de la llamada? No podrá ser, Miguel, no tenemos comodín aquí, ánimo. Bueno, vale, pero a Pepiño llamarle le tengo que llamar porque le dije que tuviera el móvil libre de seis a ocho y no va a hacer falta, ¿no? No, Miguel, gracias, prosigamos con el equipo A nosotros que nos registren. Tenemos un nuevo participante. Tú nombre por favor. Roberto. Bien, Roberto, ¿preparado? Tú decides. ¿Perdón? Nada, nada, que se me han mezclado los folios, sigue, sigue, no pares, tún-tún. Así me gusta Roberto, alegría. A ver, con la T: es lo que presenta un material cuando deja pasar fácilmente la luz. ¡¡Miguel, ¿estás hablando con Pepe?!! Roberto, por favor, no está permitido hablar con el equipo contrario. Perdón, perdón, la costumbre. Con la T, con la T, con la T, deja pasar fácilmente la luz… ¡¡¡Trampilla!!!
1 Comments:
Jajajaja. Vamos a reirnos, porque si no...
Enorme, Jorge, enhorabuena.
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