Valentía
La otra tarde me enteré –por el viejo sistema de poner la oreja en posición, qué sería el mundo sin los bares. Y de los columnistas sin los que no saben hablar en voz baja- que muchos trabajadores de la Mancomunidad de Pamplona o directamente la gran mayoría de los que lo han tratado afirman que Javier Torrens es el mejor presidente que recuerdan, tanto profesional como personalmente. Yo, que lo tuve como cliente hace ya años en mi pequeña librería, puedo asegurar también que simpático y atento era un rato, que no es poco. Pero efectuada esta introducción propia de Ana Rosa y, por una vez, pasando por alto el motivo político por cual el citado está dónde está, volvamos a lo nuestro, a la candela: ¿de qué vas, tú te crees que ésa es forma de potenciar el transporte público, con una subida del 10% en el billete sencillo y del 6% para los que usan la tarjetita? Es de locos. Partiendo de la base de que el transporte público tendría que ser o gratuito o casi, pagado con los impuestos que nos cobran a todos en aras a disponer de las ciudades no digo exclusivamente para los peatones pero sí lo más posible y si no se pueden hacer museos con foto de alcaldesa incluida no se hacen, van estos y se marcan una subida del patín. No sé, es como si el precio del tabaco dependiera del Ministerio de Sanidad, el ministerio nos abrasara a campañas para dejar de fumar y luego bajara el precio de la cajetilla –todo llegará-. Por no hablar de que la persona que hace cuatro viajes al día, cinco días a la semana, todas las semanas al año paga lo mismo por viaje que otra que sólo la usa –y por tanto el transporte público- una vez. Y es que aunque se agradezca la simpatía y el trato personal, para cambiar las cosas hacen falta imaginación y, sobre todo, valentía. A tiempo estás.
La otra tarde me enteré –por el viejo sistema de poner la oreja en posición, qué sería el mundo sin los bares. Y de los columnistas sin los que no saben hablar en voz baja- que muchos trabajadores de la Mancomunidad de Pamplona o directamente la gran mayoría de los que lo han tratado afirman que Javier Torrens es el mejor presidente que recuerdan, tanto profesional como personalmente. Yo, que lo tuve como cliente hace ya años en mi pequeña librería, puedo asegurar también que simpático y atento era un rato, que no es poco. Pero efectuada esta introducción propia de Ana Rosa y, por una vez, pasando por alto el motivo político por cual el citado está dónde está, volvamos a lo nuestro, a la candela: ¿de qué vas, tú te crees que ésa es forma de potenciar el transporte público, con una subida del 10% en el billete sencillo y del 6% para los que usan la tarjetita? Es de locos. Partiendo de la base de que el transporte público tendría que ser o gratuito o casi, pagado con los impuestos que nos cobran a todos en aras a disponer de las ciudades no digo exclusivamente para los peatones pero sí lo más posible y si no se pueden hacer museos con foto de alcaldesa incluida no se hacen, van estos y se marcan una subida del patín. No sé, es como si el precio del tabaco dependiera del Ministerio de Sanidad, el ministerio nos abrasara a campañas para dejar de fumar y luego bajara el precio de la cajetilla –todo llegará-. Por no hablar de que la persona que hace cuatro viajes al día, cinco días a la semana, todas las semanas al año paga lo mismo por viaje que otra que sólo la usa –y por tanto el transporte público- una vez. Y es que aunque se agradezca la simpatía y el trato personal, para cambiar las cosas hacen falta imaginación y, sobre todo, valentía. A tiempo estás.
1 Comments:
Entre los políticos... no suele ser precisamente la imaginación ni la valentía lo que predomina.
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