Sin rumbo
Como habrían leído, este verano la policía de Nueva Jersey detuvo a Bob Dylan por, literalmente, “pasear sin rumbo definido”. Al margen de que eso es lo que lleva haciendo toda la vida con maravillosos resultados y que es lo que también llevan haciendo como poco el último año y medio los políticos locales, nacionales y mundiales sin avance alguno y nadie les detiene, lo sorprendente del caso es que el policía que lo detuvo no lo reconoció. Como seguramente sabrán muchos de ustedes si leen estas columnitas más o menos habitualmente, soy integrante de la Iglesia Dylanita del Séptimo Día, que no existe pero como si existiera. Sin exagerar, considero que Bob Dylan es Dios. No un Dios tipo creador del cielo y de la tierra y eso. No. Dylan creó sólo el cielo, la tierra está tan mal que seguro que la tuvo que crear otro mucho más inútil, de ciencias mixtas por lo menos. Él sólo se encargó del cielo, que le quedó chulísimo. Por tanto, como es Dios, adopta el aspecto que le sale de los huevos, aunque mi amigo Pachi diga que es calvo y que lleva peluca y que por eso no lo reconoció el policía. Yo, que soy más integrista y no admito que a Dios se le haya podido caer el pelo, pienso más bien que el policía o bien tenía un mal día o que le habían echao unas gotas para dilatarle las pupilas o que era consumidor. El caso es que al no llevar Dios documentación encima pues tuvo que ser otro policía el que finalmente lo reconociera y lo dejaron en libertad al poco, sin que él hiciera en ningún momento uso de sus superpoderes, porque cuando uno se dedica a pasear sin rumbo apenca con lo que va tocando, sin abusar y sin ponerse a cantar para demostrar quién es, ni mucho menos se pone gallito diciendo eso de “no sabe usted con quién está hablando”. No tiene que ser fácil ser Dios.
Como habrían leído, este verano la policía de Nueva Jersey detuvo a Bob Dylan por, literalmente, “pasear sin rumbo definido”. Al margen de que eso es lo que lleva haciendo toda la vida con maravillosos resultados y que es lo que también llevan haciendo como poco el último año y medio los políticos locales, nacionales y mundiales sin avance alguno y nadie les detiene, lo sorprendente del caso es que el policía que lo detuvo no lo reconoció. Como seguramente sabrán muchos de ustedes si leen estas columnitas más o menos habitualmente, soy integrante de la Iglesia Dylanita del Séptimo Día, que no existe pero como si existiera. Sin exagerar, considero que Bob Dylan es Dios. No un Dios tipo creador del cielo y de la tierra y eso. No. Dylan creó sólo el cielo, la tierra está tan mal que seguro que la tuvo que crear otro mucho más inútil, de ciencias mixtas por lo menos. Él sólo se encargó del cielo, que le quedó chulísimo. Por tanto, como es Dios, adopta el aspecto que le sale de los huevos, aunque mi amigo Pachi diga que es calvo y que lleva peluca y que por eso no lo reconoció el policía. Yo, que soy más integrista y no admito que a Dios se le haya podido caer el pelo, pienso más bien que el policía o bien tenía un mal día o que le habían echao unas gotas para dilatarle las pupilas o que era consumidor. El caso es que al no llevar Dios documentación encima pues tuvo que ser otro policía el que finalmente lo reconociera y lo dejaron en libertad al poco, sin que él hiciera en ningún momento uso de sus superpoderes, porque cuando uno se dedica a pasear sin rumbo apenca con lo que va tocando, sin abusar y sin ponerse a cantar para demostrar quién es, ni mucho menos se pone gallito diciendo eso de “no sabe usted con quién está hablando”. No tiene que ser fácil ser Dios.
3 Comments:
Hola salao..., y qué tal fue el concierto de L. Cohen? que ls pobres que no pudimos ir nos queremos enterar.
Muy bien majo, genial. Te adejo un link (a ver si chuta, aunque pa lo que escribí y ná).
http://www.diariodenoticias.com/ediciones/2009/09/19/mirarte/cultura/d19cul70.1725445.php
Fmdo: un pobre que ahorró pa ese evento.
Abrazos.
gracias, :)
abrazos
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