13 septiembre 2009

Semenya

Parece ser, sólo parece, que Caster Semenya tiene huevos, algo que tanta falta le haría a Zapatero, si es que por una vez me dejan utilizar frases machistas de esas que comparan huevos con determinación, valentía y chorradas así. En principio, al margen del drama personal que le pueda suponer a una mujer que se considera mujer y que además por tener 18 años apenas ha dejado de ser una niña el hecho de que medio mundo se convierta en su ginecólogo, la presencia de testículos internos debería invalidar su título mundial en los 800 metros, logrado con la diferencia más escandalosa de la historia de Mundiales y Juegos Olímpicos, ya que sus volúmenes de testosterona –parece ser- son tres veces superiores a los de las mujeres, pero 10 veces menores que los hombres. Por lo tanto, nos encontraríamos ante un posible caso de hermafroditismo, que es cuando se es al mismo tiempo hombre y mujer, al menos desde un punto de vista físico. Criada como mujer, tratada como mujer, es obvio que Semenya es mujer, por mucho que tenga huevos, dos, tres o nueve. Cosa distinta es que no haya habido un solo mecanismo previo en las competiciones de todo tipo, deporte y condición que permita estudiar estos hechos antes de que se puedan producir situaciones tan terribles como las que estará viviendo esta muchacha, que no tiene ninguna culpa de que su cuerpo sea como es, ya que lo más probable es que ni ella misma supiera qué es lo que guardaba en su interior. Así que al menos a mi me parecería lo más justo que se le mantuviera la medalla y luego ya se vería qué hacer en el futuro ante su caso u otros que puedan resultar similares. Más escandaloso es que aún resistan récords mundiales logrados por atletas que desayunaban dinamita y nadie diga nada ni tenga huevos ni ovarios para eliminarlos.

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Semen... ya. Tiene cojones qué caprichosa es la vida, y el lenguaje.

El artículo bien, gracias, poca enjundia y menos discusión. Científicamente el asunto es tan sencillo como que para ser tío hace falta tener un cromosoma Y, y si no lo tienes eres tía. Fuera de eso, lo que se quiera, hasta discutir sobre si los ángeles, seres asexuados, tienen que entrar a la ducha de las tías o a la de los tíos.

Lo que es intolerable es que desperdicies tantas líneas para dejar la última frase sin contestar: “Más escandaloso es que aún resistan récords mundiales logrados por atletas que desayunaban dinamita y nadie diga nada ni tenga huevos ni ovarios para eliminarlos”.
Coño... ¿y cuáles son esos atletas?

1:06 a. m.  
Blogger P said...

Jorge: Yo estoy muy enfadada y cabreada con la falta de cojones, o lo que sea, de ZP. Lo cortés no quita lo valiente y da la impresión de haberse dejado utilizar como un tonto útil. Hay cosas que ni por cortesía.
Hastiado: Te sigo por este post. Acabaste en el anterior con cojones y empiezas con cojones. Muy acertado lo de Semen... ya.
Vuelvo sobre el orientalismo. La historia es de la India. No Jajapón. A mí me encantaría conocer esa juerga de país. No sé porque te pones moñudo. Visitar una ciudad donde todo el tiempo tienes que decir: estoy en o saka, tiene que ser la leche.

5:31 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

H: Leete la hemeroteca del Noticias creo que es del 14 de agosto de 2009. Ahí va un artículo en la sección de deportes de dos páginas del mendas sobre esos records.
P: Abrazos.

9:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Hombre! ¡Hastiado diciendo que el artículo tiene poca enjundia! Respecto a tu última frase, te pongo sólo un ejemplo: Randolph Barnes sigue ostentando el récord mundial de lanzamiento de peso, y ello pese a haber sido sancionado 27 meses por tomar pastillitas. Mantiene sus plusmarcas (al aire libre y en estadio), y sus medallas olímpicas, incluso a pesar de su reincidencia en el consumo de esteroides (que no asteroides). Supongo que lo permiten por una cuestión tan española como son los "cojones" (es hombre, y no mujer), o bien porque el señor era norteamericano.
A poco que rascas salen otros atletas. Que no los cite Jorge no quiere decir que no existan. Tal vez, Hastiado, deberías aplicarte lo de la enjundia para tus comentarios, que a menudo son bastante pobres.

Tatu

9:48 a. m.  
Blogger Fedeguico said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

12:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

P: Pienso en la India y lo que me viene primero a los ojos es un anuncio de Arcoroc en el que se desbocaban unos elefantes y la peli de Indiana Jones y el templo maldito. Es verdad... soy un sinsorgas.

Moñudo, moñudo... sí, puede ser, pero es que no me apetece nada, y no es por el vuelo, que hace un año me lié el petate en la coronilla y acabé en Santiago de Chile y lo mejor, en Valparaiso. Ahí sí que repetiría.

12:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

12:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Apuntes:

Encontrado el artículo que me indicas. Stop. Cojonudo. Stop. Me lo guardo. Stop (este último stop creo que sobra, pero me hacía ilusión mandar un telegrama, que no lo he hecho nunca).

Parece que la guerra fría en los ochenta, continuando algún año más de su fin político en el 89, con la caída del Muro, tuvo como campo de batalla el tartán. También parece evidente que el bloque del Este le daba más importancia a ganar en este ámbito de la vida, supongo que porque iban perdiendo en casi todos los demás.

Leo otro artículo que dice que Florence Griffith pudo ser asesinada. A estas alturas de la película... vete a saber. Lo que parece claro es que mientras, afortunadamente, la presunción de inocencia prime sobre la presunción de culpabilidad, los records citados ahí quedarán.

Me flipa el atletismo, pero no soy de lejos ni un aficionado, que no retengo casi ningún nombre. Me limito a verlo, asombrado como un niño, como dices también por otro sitio, sin hacerme ninguna pregunta.
Me quedo con las cosas que me han impresionado: una de las que más, en conjunto, la olimpiada del 68, por ejemplo, de la que he leído y visto algo porque no la viví ni d elejos (vendito youtube), en México; y no por el salto de 8.90, que también, sino quizás más por aquel otro que le dio por cambiar el sentido de los saltos de altura y comenzar a hacerlo de espaldas. Fostbury, un pionero al que, para variar, si no trataban de loco, sí que se descojonaban de él hasta hartar. La épica de los que cierran bocas haciendo lo que saben hacer, sin más adornos.

Si te da por analizarlo, el deporte de élite es de todo menos deporte. Al llevar tan hasta el límite el cuerpo de los atletas se parece más a una tortura.

Tatu, qué entrañable eres, gracias por recordarme a mi abuela, que ella fue la primera en llamarme sinsorgas.

12:43 p. m.  
Blogger P said...

Hastiado: Lo que más me gusta cuando salgo del pueblo es sentirme rara, rara, rara. Ser la diferente, la tonta, la que no se entera. Eso me impulsa a conocer y respetar. En una ocasión, en las inmediaciones de una mezquita, me tiraron piedras. Y eso que iba vestida y no había abierto la boca.

8:40 p. m.  
Anonymous Pravda said...

sOBRE EL TEMA OS RECOMIENDO EL EXCELENTE ARTÑICULO DE El País

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/sexo/solo/elpepisoc/20090825elpepisoc_1/Tes

10:56 a. m.  

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