17 septiembre 2009

Sentada

Que con bastantes de las personas que han apoyado esta misma causa tenga yo –y ellas conmigo- los mismos puntos de encuentro que un esquimal y un berebere no quita para que sienta una surrealista indignación porque 12 personas se tengan que sentar hoy en un juicio porque les han pedido 30 meses de cárcel por cortar el tráfico durante 20 minutos encadenados a un bidón en defensa de contar con espacios de autogestión. De la misma manera, con esas mismas personas –como ellas conmigo- tal vez no comparta casi nada –o sí-, pero el hecho de fondo no es ése, sino la desproporcionalidad, comenzando por la vergüenza ajena que produce ver a Simón Santamaría, todo un máximo responsable de la Policía Municipal de una ciudad que se presume cívica y seria, personado en persona en el lugar de los hechos, moviendo el bidón con sus pies, ejerciendo de chulito de playa y, en definitiva, rebajándose a la altura que se le supone vistas las imágenes. Este señor, del que el PSN pidió su dimisión para al poco retractarse –Cangrejo Jiménez dijo ayer que su partido era firme pero flexible, “como un junco”. Ya será como una ortiga-, sigue siendo el mando en plaza con el beneplácito sumo de esta alcaldesa medio desaparecida que tenemos desde que le encomendaron –o culminó su estrategia de planta trepadora- hacerse cargo del partido que cortó el tráfico para montar la manifestación contra la venta de Navarra y la negociación y aquello, ya recordarán. Aquí se corta el tráfico cuando les sale de los huevos a los que mandan, ya vengan los de Red Bull a echar humo, Rajoy a sostener pancartas, medio millón de currelas a levantar aceras en perfecto estado o a rehacer carriles bici diseñados con el culo. Toda mi solidaridad para los que hoy se sentarán donde nunca les tendrían que haber sentado.

2 Comments:

Anonymous El Txandrios said...

Todo mi apoyo para esta gente, y el artículo de Chivite de ayer de "chapeau". Nos mangan, nos chulean y nos juzgan aplicando la ley como les conviene. No hace falta ser muy listo para ver que nos tratan como si fueran conquistadores en tierra ajena de pobres incautos. Hua nazka!.
Salud

9:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre me he preguntado cómo es la operativa a seguir en eso de meter un miembro dentro de un contenedor que se rellena de cemento. ¿Duele, molesta, oprime... de no mediar alguien preparado con medios eficaces... como cojones sacas el brazo de ahí?

Supongo que su fin es el que aquí se expone y juzga, llamar la atención para que pase algo, para que te hagan caso, para que sientas que has vencido porque si decidieras hormigonarte, tirado en mitad de la calle y ni dios te hiciera ni puto caso, pasando todo Blas de ti, esquivándote como una mierda de perro en mitad de la acera, la sensación de ridículo, y sin poder hacer nada además para escapar o esconderte rojo como un tomate, tiene que ser devastadora amén de angustiante, que a ver como hostias te sacas eso de ahí sin ayuda profesional.

¿Estáis seguro de que el jefe de los guripas no es un compinche de los hormigonados? Por su actitud al poner el pie encima del mamotreto parece que así es, porque sin su concurso, esto no hubiera tenido ni la categoría de gilipollez. Es él, el pitufo, quien les da la publicidad absoluta que perseguían. Le tendrían que dar las gracias por ser tan zoquete y chulo, sino es de los suyos, claro, como ya he dicho, que es lo que sospecho. En fin, qué sería de los unos sin los otros. Qué bien se lo pasan además... y cuánto tiempo tienen, Josu, como cuando éramos críos y en el patio jugábamos a polis y cacos. Igualito.

10:45 a. m.  

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