Abulia otoñal

Ha dicho Barcina que no le importaría gobernar con PPN y PSN. No le veo ninguna novedad, porque es lo que está haciendo ahora mismo en Pamplona con los votos de Esporrín, Torrens, los otros dos Teleñecos –quién te ha visto y quién te ve, Mori, lo que hace una nómina- y el de la iluminada Cristina Sanz. Y lo que viene haciendo Sanz desde 2007 en Navarra, ya que de sus 22 parlamentarios obtenidos como UPN-PP imagino que alguno será del PP. No obstante, si los números lo posibilitaran en 2011 y Cervera y Jiménez quisieran esta variable –Jiménez ya comentó hace semanas que ni loco apoyaría un gobierno que también apoyase PPN, pero creerle a Jiménez es como creerle a Lydia Lozano-, haría bien Barcina en cerrar el Parlamento, ilegalizar los partidos políticos –al menos esos tres- y que fuera una gestora elegida por ellos la que nos gobernase, sin siglas, ya que está visto que aquí lo único que les importa es que no gobierne NaBai, lo mismo que sucedía hasta hace poco en el País Vasco, que el único objetivo del PNV era decir eso de ¡¡¡que vienen los españoles!!!, daba igual que el paro fuera tal, la vivienda estuviese a precio de Mónaco o buena parte del personal fuera con escolta. Al PNV se le jodió el invento y a lo único que parecen querer aspirar Sanz ahora y Barcina después es a lo mismo, ya que el puto tema identitario parece que vuelve loco al personal. Pues ya es triste –aunque tampoco estaría de más que también de una vez NaBai aclarara bien alto y claro si quiere o no una Navarra unida al País Vasco. No caerá esa breva, aunque hay que recordar que para eso es obligada una mayoría en referendum. La Transitoria Cuarta es la mejor campaña de marketing de la historia para unos y otros-, pero es lo que hay. Vamos al cementerio, a ver qué color tienen las hojas.