Cavernícolas
Si alguien le dijera o le escribiera a Miguel Sanz que es un bobo integral o un austrolopitecus nadie debería llevarse las manos a la cabeza. Yo no lo haré. Pero otros lo podrían hacer. Y no me refiero a sus rivales políticos, me refiero a esos a los que el lunes, poco después de creerse Paul Newman –por el casco de coche, no por lo guapo-, les llamó “cavernícolas”. Claro, cavernícolas no es un insulto tan grave para algunos como gilipollas, retrasados o tontosdelaba, pero para mí, que tengo un cerebro extraño, sí lo es. En esta comunidad, cuando alguien está en contra de un proyecto –y hay auténticos profesionales- la parte contratante tiene una táctica muy clara: estáis en contra del progreso, seguid con vuestros candiles de luz. Y de paso trazan una clara línea que deben seguir como borregos –ellos los tratan como si lo fueran- tanto sus votantes como aquellos que, en principio, están de acuerdo con sus planteamientos globales. Y no es cuestión de estar o no en contra de si se hace o no se hace un circuito en Los Arcos. Quizá, sólo quizá, sea un acierto. Y ojalá lo fuera, pero lo que es indignante es que nos llame cavernícolas a los que no criticamos el hecho sino el modo, la forma, el presupuesto, el sistema, el plan de viabilidad, la empresa pública utilizada para escapar a toda clase de control. Todo. Así que haga el favor de no llamarnos cavernícolas, que es usted el presidente de todos, de los que le votan y de los que no. Y si no es capaz de aguantar una crítica, dedíquese a otra cosa, pero no se comporte como un vulgar ciudadano. Porque a usted le pagamos entre todos un sueldo al que usted dudo mucho que hubiese aspirado a tener nunca y a mi o a otros nos paga una empresa privada. ¿O a usted también le paga alguna empresa privada? Por saber.
Si alguien le dijera o le escribiera a Miguel Sanz que es un bobo integral o un austrolopitecus nadie debería llevarse las manos a la cabeza. Yo no lo haré. Pero otros lo podrían hacer. Y no me refiero a sus rivales políticos, me refiero a esos a los que el lunes, poco después de creerse Paul Newman –por el casco de coche, no por lo guapo-, les llamó “cavernícolas”. Claro, cavernícolas no es un insulto tan grave para algunos como gilipollas, retrasados o tontosdelaba, pero para mí, que tengo un cerebro extraño, sí lo es. En esta comunidad, cuando alguien está en contra de un proyecto –y hay auténticos profesionales- la parte contratante tiene una táctica muy clara: estáis en contra del progreso, seguid con vuestros candiles de luz. Y de paso trazan una clara línea que deben seguir como borregos –ellos los tratan como si lo fueran- tanto sus votantes como aquellos que, en principio, están de acuerdo con sus planteamientos globales. Y no es cuestión de estar o no en contra de si se hace o no se hace un circuito en Los Arcos. Quizá, sólo quizá, sea un acierto. Y ojalá lo fuera, pero lo que es indignante es que nos llame cavernícolas a los que no criticamos el hecho sino el modo, la forma, el presupuesto, el sistema, el plan de viabilidad, la empresa pública utilizada para escapar a toda clase de control. Todo. Así que haga el favor de no llamarnos cavernícolas, que es usted el presidente de todos, de los que le votan y de los que no. Y si no es capaz de aguantar una crítica, dedíquese a otra cosa, pero no se comporte como un vulgar ciudadano. Porque a usted le pagamos entre todos un sueldo al que usted dudo mucho que hubiese aspirado a tener nunca y a mi o a otros nos paga una empresa privada. ¿O a usted también le paga alguna empresa privada? Por saber.
1 Comments:
Jorge: Como te he comentado en el Noticias, ahora que la webo no me da problemas, te lo repito aquí: Mi felicitación.
Por otra parte, yo, que no comparto la visión de el del casco, no me siento ofendida, al contrario, me halaga, me HONRA con sus insultos y, en consecuencia, me siento muy HONRADA. y si ser cavernícola es reclamar, desde mi cavernita, más dineros para la UPNA, o para los contenidos culturales, o para la enseñanza de la medicina en lugar de para museos inútiles y aldeanos, o proyectos privados que no han pasado por el tamiz de nuestros poco respetados representantes, pues lo soy. Muy HONRADA.
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