20 marzo 2010

Nivel

Como ya se veía venir desde hace mucho tiempo, la primera edición de Gran Hermano se ha convertido con la perspectiva de los años en un documental de National Geographic de esos en los que se invierten dos años filmando en Namibia para 60 minutos en comparación con el catálogo de cosas que se emiten hoy en día. Cosas, no programas. Empezando porque Sálvame parece casi Documentos TV, se observa cómo en Antena 3 una mente preclara decidió que Paquirrín, El Yoyas y Nuria Bermúdez podían sostener una audiencia, algo que obviamente no ha sucedido y ya han bajado la persiana. Mientras, no sé en qué otro canal una recua de horteras con mechas se disputan a un tal Escassi. Cuando le conté a mi abuela que el tal Escassi fue el maromo castigador de la hija de Laurita Valenzuela se le cayeron a la sopa a un tiempo los rulos, la dentadura postiza y el sonotone y aquel plato parecían los cajones de las rebajas del Galerías Preciados. Luego está la en otro tiempo ser humano Emma García presentando algo de una máquina de la verdad cuyas preguntas hacen sonrojarse a las vedettes punkis del Bagdag. En la cadena más progresista del mundo mundial, la que dirige el maestro pastelero Emilio Aragón, un par de fieras en celo le pasan el aparejo por la espalda a una concursante en Generación Ni-Ni y aquí no pasa nada, todo sea por la pasta y por homenajear venga a cuento o no a La Parada de los Monstruos. Ya digo, la primera edición de Gran Hermano, con sus nominaciones y sus cosas, era el séptimo arte si la relacionamos con la bazofia que las productoras llevan generando en los últimos cinco o seis años. Con decir que el programa ése de chistes contados por cinco elementos con escasa gracia está aguantando de sobra está casi todo dicho. Los empresarios televisivos demuestran día a día su nivel.

8 Comments:

Anonymous Miki said...

Qué gran verdad!!

Yo no sé para qué coño me sirven los 40 canales de la TDT. Al final acabo viendo el canal de dibujos animados con mi hija (y cuando ésta se va a la cama no cambio de canal).

7:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Más que cargar la responsabilidad con los empresarios audiovisuales yo apuntaría al deleznable rebaño intelectual que, entre todos, estamos conformando. Ves esos programas y te dan ganas de someterte a una operación de cambio de especie (si no existe la reclamo ya).

Con perdón.

Un saludo.

Inzoa.

12:32 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

¿Y cuando nos daban El Hombre y la Tierra éramos académicos de la Ciencia? Claro que hay responsabilidad, pero creo yo que como en el fútbol es el equipo el que tiene que animar a la grada. Y no al revés. Claro que puedes apagar y olvidarte, pero mucha gente ve lo que le echen, como mucha gente lee lo que le imprimen y mucha gente come lo que le ponen. Abrazos.

12:55 p. m.  
Blogger Luisgui said...

Ding-dong

Buenas vecino del 2º, que vengo a por aceite. Ja, ja, ja, ja... Ni por obligación ni leches te he metido en la lista porque me da la gana, porque escribes de puta madre y porque en la variedad está el gusto. El que quiera que compre y el que no que pase a la siguiente.

Abrazos gordos.

P.D. Ya me gustaría que el bueno de Zandio nos diera un alegrón en el Poggio

2:01 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

Aceite se me ha acabao, ¿hace vinagre?
Abrazos.

pd: lo mismo digo, ya sabes.

6:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pero entonces es que ves todo esto ¿no? Yo me lo haría mirar

8:10 p. m.  
Anonymous meryeini said...

Este anónimo debe ser el mismo que te corrige faltas de ortografía no? Bueno consuélate con que al menos a tu abuela sólo se le cae la dentadura del susto a la mía se le pierde diariamente por la casa (no se lo que hace) y tenemos que buscarla siempre en el momento de la carne.

11:39 a. m.  
Blogger jorgenagore said...

a la mía las gafas: tiene dos pares y las pierde constantemente. Estamos por comprarle unas de soldador atornilladas al cuello.

11:51 a. m.  

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