‘El Nota’

Millones de personas repartidas por el mundo celebramos el lunes por la mañana –casi noche en Australia- que El Nota, su notísima o el notarino subiese al estrado para recibir la cosa ésa del Oscar. Su notísima lo merecía desde hace cantidad de años, antes incluso de elevar a la categoría de obra maestra el pasotismo fumao. Ahora ya tiene el Oscar para que haga juego con su alfombra meada, que “daba ambiente”. Jeff Bridges es un grande, hace mucho ya. Recuerdo que la primera vez que ví La última película pensé: joder qué tío más guapo. Pero luego salió Cybill Shepherd y al instante recuperé mi condición sexual. Hoy día me da la sensación de que los guapos y guapas los hacen en cadena e incluso como Penélope tienen detrás a un batallón de tipos de marketing. Y así es imposible enamorarse como antes. Bueno, el caso es que El Nota es un firme defensor del cannabis, aunque dice que no lo utilizó durante la filmación de El Gran Lebowski. Con semejante guión, a quién le hacía falta fumar, hubiese sido una redundancia. En los últimos tiempos me estoy acordando bastante del cannabis, no para consumo personal, porque a mi me sienta fatal, si no como recuerdo. La semana pasada, sin ir más lejos, Txentxo Jiménez le daba a NaBai un 25% de opciones de presentarse a las próximas forales. Recuerdo que hace tres años a los del partido canábico les cayó de todo por presentarse, fundamentalmente desde las filas de partidos que creían poseer a esos posibles votantes. La realidad, que es muy tozuda, va poniendo a cada uno en su sitio y tal vez muchos de los que se lanzaban al cuello de los canábicos sean los primeros en votarles si finalmente NaBai sigue sin aclararse si va o si viene. Porque tener una alfombra que dé ambiente está muy bien, pero a un partido hay que pedirle algo más.