Pedrini

Un lector contactó conmigo. Soy feliz por que lo hizo por carta –muy buena- y no por mail. El lector, que firmó como Marco Pedrini –un escalador de leyenda-, cometió el error que cometemos todos: leer mal un artículo. O fumao. O quiso leer lo que él deseaba que yo hubiese puesto pero no puse. Esto pasa. Decía que escribí que Oh Eun Sun vende mortadela y Edurne Pasaban solomillo. Yo no escribí eso, por que no lo pienso, y, aunque sea muy de vez en cuando, escribo lo que realmente pienso. Dije, exclusivamente, que si Oh tiene un puesto de mortadela tiene que certificar que es mortadela. Pude escoger otra clase de embutido, carne suiza, verdura, caviar de beluga o lo que fuera. Era una metáfora sobre si vendes productos, en general. También dije que Pasaban, aunque mucha gente haya creído otra cosa, no asegura por ahí que vende solomillo. Eso dije. Si el señor Pedrini terminó de quemar su piedra al tiempo que leía lo que escribí, le comprendo. Fumar es muy sano. Fumar y leer a la vez es más complicado. Entender ya ni te digo. Pero lo más gracioso era su final, cuando -como por otra parte es legendario en el mundo de la escalada, sobre todo- apuntaba a que como yo no escalo o subo difícilmente distingo una hamburguesa de un solomillo. Las sectas son así: se quejan de que se no habla de ellas y cuando hablas se quejan porque hablas y que eres un indocumentado que no escala, ja-ja. A mi un mundo en el que cada uno de nosotros solo hablásemos de nuestro sector me encantaría. Mientras escribo estas líneas, supongo que el señor Pedrini, mientras pide una mora o un filtro, está despotricando de –o alabando a- 10 o 12 gremios diferentes. Sin pestañear. Señor Pedrini, me hizo mucha ilusión su carta. Por cierto, no son 4 libros leídos. Serán ya del orden de 1.000. Salud.