Crans Montana
Creo que no he odiado tanto a nadie en mi vida –excepción hecha de a Sean Penn en El clan de los irlandeses- como odié a Fignon aquella tarde del 84 en Crans Montana en la que Julián Gorospe hizo una subida increíble en beneficio de un posible triunfo de etapa de Ángel Arroyo y que Fignon destrozó con un demarraje seco a500 metros de meta. Total, que mis dos únicos ídolos ciclistas -entonces y siempre- doblaron la rodilla. Arroyo acabó segundo y Julián quinto –Juliantxo, cuando se concentraba, se concentraba- y el odioso rubito francés con gafas pisoteables enfiló por si quedaba alguna duda su segunda victoria consecutiva en el Tour. Ya lo odiamos en el 83, cuando apretó al inicio de Serranillos hasta que Hinault remató a Gorospe y luego en julio, cuando circuló en la penumbra medio Tour y luego sacó su talento en Alpe d’Huez y Morzine y nos dejó a los hooligans del Reynolds con una segunda plaza que nos supo a gloria pero que no era ganar. Recuerdo que le dije a mí hermano el día de la etapa final en París: ¿tú crees que Greciano se tiraría de cabeza a la rueda? Mi hermano me contestó que, si se lo pedía Echávarri, Greciano lo haría, pero que “no es nuestro estilo”. Cosas de hooligans adolescentes. Ahora Fignon ha muerto y reconozco que el martes, al enterarme, se me saltaban las lágrimas, porque cuando se muere aquello que odiaste también se muere parte de lo que amaste, aquel ciclismo con millones de defectos pero con corredores con el tamaño de las pelotas de Fignon, que aún, tras cuatro años infames de lesiones, tuvo a bien regalarnos junto a Lemond y a Delgado el magistral Tour del 89, aquel que perdió por ocho segundos y que todos celebramos hasta que nos dimos cuenta de que Lemond era una garrapata. Descansa profesor, gracias por tanto placer.
Creo que no he odiado tanto a nadie en mi vida –excepción hecha de a Sean Penn en El clan de los irlandeses- como odié a Fignon aquella tarde del 84 en Crans Montana en la que Julián Gorospe hizo una subida increíble en beneficio de un posible triunfo de etapa de Ángel Arroyo y que Fignon destrozó con un demarraje seco a
19 Comments:
Clap, clap y clap
Sí señor don Jorge
Gracias Nagor, acabo de ganar un gintonic con tu artículo. Ayer aposté por ti con un aficionadillo. Él decía que hoy o mañana a más tardar escribirías algo sobre El Maestro. Y le dije "meeeeeeec, error. Me juego el cuello a que habla de Fignon". Et voilà!
pd: sí, caía como el puto culo, pero es vital que haya deportistas como él, incómodos, malencarados y con un amor propio del patín. Una pena.
¿Gorospe... Arroyo? Que lejos me pilla eso. Yo recuerdo cómo Indurain le metio más de seis minutos en Luxemburgo, cuando quedó segundo De las Cuevas, ese otro raro que subió un día con el freno echado. No sé si el jardo fue antes o después.
El jardo fue en el 89: habría que ver qué brasa le estaban metiendo el plumilla y el cámara, que los hay para todos los gustos. Lo sacaron -lo del japo- en TVE-1 el día de su muerte. Yo he visto con mis propios ajos a Delgado dando hostias como puertas a aficionados pelmas en Irache y cuando palme eso no se sacará. C'est la vie. Eres un campeón bestial y te sacan un japo.
pd: abrazos Luisgi y Franziskano.
Olé, Jorge. Fignon era una de mis debilidades, así de raro soy. Supongo que hay mucho de nostalgia en ello, pero sigo pensando que el ciclismo, para volver a enganchar al gran público, necesita recuperar parte de lo que representaba aquella generación. Me revienta ver a Andy Schleck, con la calidad y la juventud que tiene, pasearse después del Tour.
Es vistoso el fundido a viscoso. La imagen es lo que tiene, sobre todo cuando, además, la quieres vender a gente que no ha dado ni visto dar una pedalada en su vida. En esta sociedad nos igualan por abajo, por eso nos venden tanta mierda, porque de esa producimos todos, y sabemos de qué se trata porque no supone más esfuerzo que el de mirarnos entre las piernas.
Cosa que no quita para que me siga descojonando de cosas así, como aquella pelea de González Arrieta y otro que no recuerdo, en la Vuelta de vete tú a saber qué año (que lo busque alguien menos vago o con mejor memoria), que de lo hechos polvo que iban los dos no se acertaban ningún puñetazo. JAJAJA. Los ciclistas son honrados hasta cuando se cascan, que lo convierten en cómico, o casi.
Leonardo Sierra era el contrincante de Ramontxu. Y era el Giro. Fue un combate de risa, ja ja.
Fignon es del tipo de héroes que no dejan indiferente a nadie, y provoca filias y fobias, por eso mi ídolo fue Drazen Petrovic, porque para ser chulo hace falta ser muy bueno y ellos dos lo eran. Luego hay mingafrías como Contador que se va dando besitos con Andy y luego le pide perdón por atacarle...venga ya. Así nos está yendo en basket, porque además de ser bueno hay que tener mala ostia.
Bienvenido Jordi, te llamo en breve.
okis Alexander, nes wik, que ésta voy fatá.
abrazos.
Ya lo dijo el gran cantante ecuatoriano Julio Jaramillo:
"Tan solo se odia lo querido" en su canción Odiame
Saludos
Txustarra Merengueta
Quién iba a pensar después del Tour del 83, que nadie quería ganar, que Fignon iba a dominar de esa manera el del 84.
En aquella época (hablo de la Vuelta del 83) todas las madres de gafotas nos decían que "mira Fignon, lo bueno que es y también lleva gafas". Por eso, por la coleta, y por poco más pasó a ser un ídolo de servidor, que de ciclismo entendía más bien poco (5 añitos sin cumplir, tenía entonces).
Ahora tengo bajadas, con comentarios de TVE, casi todas aquellas etapas míticas (Crans Montana, LaPlagne, Alpe D´Huez...) y lo más llamativo es el plantel de rivales que tenía, todos ellos a más de 10 minutos en la general: Hinault, Lemond, Kelly, Delgado, Arroyo, Anderson, Millar... todos se vieron derrotados por el parisino.
Un CICLISTA con todas las letras. Seguramente en ningún ranking de los 10 mejores escaladores, croners, llaneadores, clasicómanos... aperecería Fignon, pero no pocos le incluirían entre los 10 talentos más grandes. Mala leche, sentido táctico, huevos...
DEP
Necesitamos mas Fignones en un puto y asqueroso mundo politicamente correcto. Las cosas claras y a la cara y el txokolate, u otra cosa, espeso.
Salud.
Ese es mi Txandríos, con fuerzas renovadas después de sus vacaciones en Torrevieja. JAJAJA...
A saber qué es esa otra cosa que quieres espesar.
No os preocupéis, que la reencarnación la tenéis cerca, el jodido Mourinho: Egocéntrico, vanidoso, soberbio, chuloputas... otra joyita. A ver quién es el primer políticamente incorrecto que se hace del Madrid. JUAJUA. Txandríos, no te me hagas merengón que ya es el colmo, por esa senda no podría seguirte, tendrías que tirar solo.
El ciclismo como las pelis de vaqueros o las de guerra, tiene que haber buenos y malos y a él le toco hacer de malo ya que era frances y de todos es sabido que para la prensa de este pais ningin frances es bueno aunque se demuestre lo contrario.¡AUPA FIGNON!
ehhhh bienvenido!!! el verano no ha acabado porque realmente en esta tierra no lo hemos notado mucho pero bueno está bien verte teconológicamente renovado con afotos y todo en el blog, qué modenno!
nos vemos bss
Anónimo de las seis menos diez. Habría que coger el ejemplo de prensa y aficionados frances entonces, que tan bien tratan a los deportistas españoles. Vamos, casi, casi, les dejan tocar las teticas de sus mujeres y todo, o los huevicos de sus maridos, así, como por estas tierras palpamos los melones como si supieramos si están o no para comer.
La virgen de Lourdes lo que hay que leer.
Meryeini: "uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida (Chavela Vargas, una vieja leyendo ebria). Esto es, que antaño -o zea, hace tiempos- el blog tenía afotos. Luego hubo un cambio en blogger y me daba error al ponerlas y las quité. Y ahora no da error y las pongo. Vamos, que lo mismo en octubre da error, ja ja. Besos, nos vemos un día de estos.
pd: a mi Fignon me caía mal porque ganaba a los de mi equipo, no por francés. Marc Gómez, Dominique Arnaud, Jeff Bernard y otros me caían de cine, je je.
Viva Johnny Walker!!!
Ainssss, nostalgia de ciclismo del bueno... Sin fignones no existiría el gorospismo, otro mito.
Ostris...que recuerdos, Anastasio, Aja, Hernández Ubeda, Aberlado Rondón, qué gregarios!! y hasta tuvimos un esprinter, creo, que se llamaba Guay!!!
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