Bajeza

La que ha liao el kaiser Larrañaga con el artículo sobre Sánchez Dragones y Mazmorras y su libro Dios los cría… Ayer, mientras veíamos Sé lo que hicisteis, se lo comentamos un poco por encima a la abuela, que ya no necesita mucho para suspirar mira que hay gente fresca por el mundo y pedirnos que cambiemos de canal para que no se le atraganten las albóndigas, que es lo que hicimos, poner un documental sobre pingüinos. Antes de que viésemos como la madre protege a las crías del hielo transportándolas entre las patas, los de la Sexta explicaban el tinglado sobre el polémico escritor y presentador e insertaban partes del libro de Sánchez Drago en el que el pájaro hablaba no ya sólo de hacérselo con niñas de 13 años sino también de que no le hubiera importado que abusaran de él en la infancia y no sé qué clase de sandeces más que daban un repelús importante, tan acusado que ya se nos estaban atragantando las albóndigas a todos. La figura del salido de madre profesional, aquel que va de eterno pasao, es más vieja que la pana y, por tanto, puede hacer algo de gracia un día pero al segundo ya aburre cuando no hay nada más debajo. Sánchez Drago hace años que perdió las distancias y lo acojonante de todo no es eso, que le puede pasar a cualquiera, sino que ayer Esperanza Aguirre, que le mantiene en Telemadrid, dijera que “la literatura es eso, literatura”. Bueno, eso mismo se lo podría decir a las muchas instituciones que han censurado incansablemente distintas actuaciones de diversos grupos de rock por sus letras, a lo que cabría decir: el rock es eso, rock. Es la clásica doble vara de medir a la que tan acostumbrados estamos y que intenta hacernos confundir el arte con lo que simplemente es una bajeza moral tan carca como la carcundia que el propio Dragó cree combatir.