No fumen
Como fumador y conocedor del veneno que me meto en el cuerpo y aún mejor conocedor de mi hasta la fecha nula fuerza de voluntad, arrestos o como le quieran llamar para hacer frente a la peste que me anula el olfato, el gusto y me emponzoña los pulmones, la ropa, las uñas y la vida en general y me conduce salvo milagro a destinos tristes, todo lo que se haga ante el tabaco me parece en general bien, incluido prohibir fumar en lugares públicos y todo esto que últimamente está saliendo a la luz. Correcto. Pero, como ya he hecho otras veces, insisto: ¿no sería mejor prohibirlo del todo, visto y confirmado que los ingredientes que las tabacaleras introducen en esta droga son ya no sólo dañinos en grado sumo si no también adictivos en grado aún casi más sumo?, ¿se pueden permitir el lujo los gobiernos de ganar dinero a costa de que los incautos sigamos insistiendo pertinazmente en matarnos a plazos? Por lo visto, se pueden permitir el lujo, por supuesto, ya que hasta la fecha cualquier adulto puede entrar libremente en cualquier droguería –perdón, estanco- y encargarse su dosis con total normalidad, unas dosis que de todas las autoridades sanitarias y políticas es sabido que contienen elementos capaces de tumbar a una manada de elefantes. Fuma en tu casa, fuma lejos de mi, fuma sin molestar, pero págame, págame, cabrón, que me hace falta tu dinero, que necesito tu dinero para seguir prohibiéndote que fumes donde a mi me place. Es de una hipocresía descomunal obtener oficialmente rendimiento económico de la desgracia ajena y al mismo tiempo acorralar al desgraciado. Obviamente, el no fumador no tiene ninguna culpa, pero no estaría de más que se comenzara a ver al fumador como lo que es: un adicto que con sus impuestos duplica el presupuesto del Ministerio de Sanidad.
Como fumador y conocedor del veneno que me meto en el cuerpo y aún mejor conocedor de mi hasta la fecha nula fuerza de voluntad, arrestos o como le quieran llamar para hacer frente a la peste que me anula el olfato, el gusto y me emponzoña los pulmones, la ropa, las uñas y la vida en general y me conduce salvo milagro a destinos tristes, todo lo que se haga ante el tabaco me parece en general bien, incluido prohibir fumar en lugares públicos y todo esto que últimamente está saliendo a la luz. Correcto. Pero, como ya he hecho otras veces, insisto: ¿no sería mejor prohibirlo del todo, visto y confirmado que los ingredientes que las tabacaleras introducen en esta droga son ya no sólo dañinos en grado sumo si no también adictivos en grado aún casi más sumo?, ¿se pueden permitir el lujo los gobiernos de ganar dinero a costa de que los incautos sigamos insistiendo pertinazmente en matarnos a plazos? Por lo visto, se pueden permitir el lujo, por supuesto, ya que hasta la fecha cualquier adulto puede entrar libremente en cualquier droguería –perdón, estanco- y encargarse su dosis con total normalidad, unas dosis que de todas las autoridades sanitarias y políticas es sabido que contienen elementos capaces de tumbar a una manada de elefantes. Fuma en tu casa, fuma lejos de mi, fuma sin molestar, pero págame, págame, cabrón, que me hace falta tu dinero, que necesito tu dinero para seguir prohibiéndote que fumes donde a mi me place. Es de una hipocresía descomunal obtener oficialmente rendimiento económico de la desgracia ajena y al mismo tiempo acorralar al desgraciado. Obviamente, el no fumador no tiene ninguna culpa, pero no estaría de más que se comenzara a ver al fumador como lo que es: un adicto que con sus impuestos duplica el presupuesto del Ministerio de Sanidad.
12 Comments:
Yo ya no fumo, ahora estoy enganchado a los chicles de nicotina. Otro calvario un poco más aséptico pero que sale también a doblón. Al menos me engaño pensando que ahora he vuelto a disfrutar andando en bici y que vuelvo a tener olfato y gusto. Lo que es la hostia es tras una noche de juerga,el pestazo a humo que sale del pelo cuando entras en la ducha al día siguiente. Ah, y sin tabaco no hay resacas. Por lo demás, dejar de fumar es lo peor que he hecho en mi vida.
Dicen que Zapatero fuma como un cabrón, y que no tiene ningún reparo en hacerlo en los aviones que usa. ¿Hipócrita él? Político, sin más, va en el oficio.
Suscribo todo lo que dices tan claramente, Jorge.
Este tema es tal como lo has descrito.
La palabra más suave que lo define: HIPOCRESÍA.
Yo ya no fumo. Hace nueve meses, 18 dias y tres horas. Si, es una condena. Lo mas duro, desgastador y emocionalmente dificil que he hecho en mi vida. Y el Estado no me ha ayudado nada: las pastillas que necesite las pague yo, el psicologo yo, los ansioliticos yo. Y bueno el vino tambien pero eso ya es mi vicio. Y digo: si me obligan a dejarlo podrian echar una manita en el como. Ay, este papa estado solo sabe renir y mandar.
Pero hoy es san viernes asi que un vinito sin tabaco, pero al lado de otra fumadora que resiste que asi me echa un poco el humo
Sarito Montiel escribe en el Noticias. ¿Qué marca fumas? ¿Rubio o negro? ¿Liado o por liar?
¿Pero qué clase de sociedad estamos creando?. ¿Prohibir fumar en bares?. A los bares se va a fumar y beber y el que no quiera que no vaya; el único pero es el resolver el tema de los camareros. Y eso que no he fumado nunca.
Salud.
Yo estoy segura de que me he pagado ya el tratamiento para las enfermedades pulmonares, de garganta etc. con todo el dinero que he dejado en impuestos tabaquiles. Lo que me parece una chorrada es lo de que no se pueda fumar en las proximidades de coles, parques y hospitales. Imagina que vas por un lugar que no conoces y a la vuelta de la esquina aparece camuflado un colegio, ¿qué haces?, ¿tiras el cigarro a todo correr?, ¿y si no te das cuenta?, ¿quién te multa?, ¿los de la ORA?. En fin, que ya es pasarse.
Yo lo he dejado por quinta o sexta vez, soy fumadora fija-discontinua. Lo dejo de puro fuerte, sin ayuda mayor que apurar más rápido las cervezas (y por lo tanto beber alguna más), para matar la ansiedad (luego me tendré que quitar del alcoholismo ;-) El día que encuentren la cura para el cáncer lo celebraré encendiéndome el primero de los muchos cigarros que me fumaré a partir de entonces.
saludicos
Eva
Oye... eso también lo he notado yo: a menor nicotina más alcohol o más rápido te lo trincas. Redios, espero que no me de también por las tragaperras porque a este paso ya me veo en bingos ilegales como los que tienen montados los abuelos en Mallorca, a 10 céntimos el cartón. JAJA.
Me encanta encontrarme con gente que reconoce sus vicios: que fuma (aba), que bebe, que seguramente deseará echar un polvo con el buenorro del vecino del cuarto.
Ese fue mi gran problema. Me veía dejando el tabaco y me sentía como una obediente ciudadana que cumplía con lo que decía el papá Estado. Y me aborrecía mi propia imagen de cumplidora, de perfección, de ser alienado a la una vida laaaaaarga e inútil y sin decisiones propias.
Tal vez por eso le dí al vino.
¡Vivan los fumadores! Sí señor. Los rebeldes de esta sociedad tan cursi.
Si, amaiur, tienes razón: quejarse del tabaco es una cursilada. Y tener cáncer de pulmón, una ordinariez, faltaría más.
Te podía haber dado por el polvo al vecino.
Nunca he fumado, y casi siempre he gruñido contra los fumadores por el humo que me han hecho tragar, pero no me parece bien la tesis de prohibirlo todo. Amo la libertad, y creo que las soluciones vendrán de la mano de la educación y la información: Soy un soñador que confía en la evolución del ser humano, pese a sus limitaciones y, sobre todo, pese a su carácter y egoísmo. Prohibir, no prohibiría ninguna droga. Lo que supondría el final de muchos negocios hijosdeputa que juegan con la salud de la gente. Entonces no habría hipocresías varias.
Amaiur, soy el vecino del cuarto. Acabo de bajar a por una botellica de vino. Lo de fumar, no se si prefieres que lo haga o no, pero lo que tu digas.
Lo que hace la necesidad...
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