Ni resultados

Es decir Sanz que “lo peor de la crisis ya ha pasado” y añadirse otros 4.400 parados más en la EPA. Menos mal que entre sus futuros menesteres no parece que vaya a tirarle lo de la meteorología, porque habría que salir de casa con bermudas, katiuskas, forro polar, gafas de ventisca, toalla y aún con todo no llevaríamos la ropa adecuada para la ocasión. Es uno de los serios problemas que tiene la credibilidad de la política, que hablan día sí y día también por su necesidad autoimpuesta de estar siempre mostrando su actividad y al final pasa lo que pasa, que un asunto tan complejo como es el del empleo les ha dado ya unas cuantas veces en las narices, con estadísticas y realidades que echan por tierra lo que sus declaraciones afirman. Pues no, lo peor no ha pasado, a lo que se ve, al punto de que ni más menos la Cámara de Comercio, que suele verter opiniones blandas de entrenador que ha perdido 4-0 y no quiere hundir a sus chicos, habló ayer de “ralentización de la economía”, algo así como si al entrenador le entra un ataque de sinceridad y comenta que “hemos merecido peor resultado o directamente que nos quiten la ficha”. Aquí la ficha no se le quita a nadie así caigan cartillas del paro del cielo, ya que aquí contamos con el comodín de la vecina, la comunidad autónoma vecina, me refiero, no una concreta–ya que tanto País Vasco como Aragón y la Rioja se mueven siempre en cifras similares a las navarras- pero sí refiriéndonos a la media nacional. La media nacional de la tasa de paro aquí hace más labor que la de Xavi e Iniesta, le deberían de poner un monumento así bien grande y no tantos de papas, uno que pusiera: a la media nacional, por los servicios prestados. No sería mucho pedir que hablen menos y ofrezcan más credibilidad. Ya no se les piden ni resultados.