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Una vez más tuvimos foto de Miguel Sanz cuando donaba a las Hermanitas de los Pobres los 18.000 euros que el Gobierno de Navarra se ahorra por no enviar felicitaciones navideñas en papel. No seré yo quien critique que tenga que ser siempre una organización cristiana la que reciba ese dinero, aunque tampoco seré yo el que opine que, al margen de la gran labor de estas personas, otros muchos colectivos no religiosos bien merecerían idéntica consideración por parte del Gobierno de Navarra que conformamos todos los navarros, creyentes o no. Una por una, el Gobierno de Navarra decide en nuestro nombre quién es el que merece las migajas de su inmenso presupuesto, decide en qué momento da ese dinero –nuestro dinero- y decide qué provecho a efectos de imagen obtiene de esa decisión. En la imagen, el presidente Sanz entrega un obsequio a dos monjas y al fondo se puede contemplar un cuadro de un conocido pintor navarro que intuyo que por el tamaño bien puede alcanzar esos 18.000 euros o cuando menos una cantidad destacable. Quiero decir, puestos a donar cosas innecesarias que serían una gran ayuda para muchos, de las que un Gobierno podría prescindir con total paz, hay centenares, tanto materiales como presupuestarias. En el Palacio de Navarra, por ejemplo, hay quincalla suficiente como para mantener las necesidades de varias instituciones durante bastante tiempo. Y en las líneas presupuestarias ya se sabe que hay partidas que si se eliminasen no pasaría absolutamente nada –los 60.000 parala Fundación de Mangado, sin ir lejos-. Sin embargo, cada año últimamente nos tenemos que enfrentar a la imagen de Sanz con su limosnita, para regocijo de los que aún consideran que los gobernantes manejan dinero propio y hacen esfuerzos personales. Sigue vigente el rollo del feudalismo.
Una vez más tuvimos foto de Miguel Sanz cuando donaba a las Hermanitas de los Pobres los 18.000 euros que el Gobierno de Navarra se ahorra por no enviar felicitaciones navideñas en papel. No seré yo quien critique que tenga que ser siempre una organización cristiana la que reciba ese dinero, aunque tampoco seré yo el que opine que, al margen de la gran labor de estas personas, otros muchos colectivos no religiosos bien merecerían idéntica consideración por parte del Gobierno de Navarra que conformamos todos los navarros, creyentes o no. Una por una, el Gobierno de Navarra decide en nuestro nombre quién es el que merece las migajas de su inmenso presupuesto, decide en qué momento da ese dinero –nuestro dinero- y decide qué provecho a efectos de imagen obtiene de esa decisión. En la imagen, el presidente Sanz entrega un obsequio a dos monjas y al fondo se puede contemplar un cuadro de un conocido pintor navarro que intuyo que por el tamaño bien puede alcanzar esos 18.000 euros o cuando menos una cantidad destacable. Quiero decir, puestos a donar cosas innecesarias que serían una gran ayuda para muchos, de las que un Gobierno podría prescindir con total paz, hay centenares, tanto materiales como presupuestarias. En el Palacio de Navarra, por ejemplo, hay quincalla suficiente como para mantener las necesidades de varias instituciones durante bastante tiempo. Y en las líneas presupuestarias ya se sabe que hay partidas que si se eliminasen no pasaría absolutamente nada –los 60.000 para
4 Comments:
Como ateo digo que las hermanitas de los pobres no son una organización cristiana, sino de los pobres.
En fin, ¿en las casas del pueblo dan sopa gratis, y en los batzokis... y en las herriko tabernas? Pues eso.
Además lo que yo si que critico es que se gastasen en felicitaciones de Navidad 18.000 €. ¿Es que iban bañadas en oro o qué?
Pues yo, sin hacer menoscabo de la labor de las hermanitas de los pobres, opino que el dinero que les deberían dar es el que todos ellos perciben de los diferentes consejos de la can. La suma sería mucho mayor y estos 18000 euros, que son de todos, los invertimos en otros temas sociales también públicos.
He dicho
Que no a modo de crítica, sino a modo de información:
¿sabias que las Hermanitas de los pobres rechazan las subvenciones públicas regulares? Es decir, las prestaciones continuas y fijas y sólo viven de las colectas puntuales(como en este caso) y de la aportación de sus residentes para mantener su independencia y carisma...
Ojalá la mayoría de las organizaciones laicas y religiosas pudieran decir los mismo.
Abrazos y feliz año
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