Naranja
Se llevaban detenido a un tipo y gritaba: ¡me lo compré sin fijarme, me lo compré sin fijarme! Iba hecho un mar de lágrimas y un océano de mocos, en pleno Carlos III, a los ojos de media Pamplona, que lo miraba como miramos en Pamplona, como haciendo que no miramos pero tratando de escudriñarlo todo para luego contárnoslo como si nos fuera la vida en ello. Al parecer el delito consistía en que su abrigo era naranja, directamente naranja fosforito pito. Feo, sí. Daba al ojo, también, pero tanto como para detenerlo no sé. Me lo contó el castañero que se pone en la entrada de Estafeta mientras le daba la vuelta a ese disco tan agradable de Van Morrison que pone, de esos últimos discos de Van Morrison que son siempre el mismo. Hasta Estafeta había llegado la noticia en un pis-pas vía oral pasando por las terrazas guays de la avenida Roncesvalles. El castañero, que lo ha visto todo como todos los castañeros, comentaba: en esta ciudad se paga salirse de la norma. ¿No has visto que vamos todos de negro, gris o marrón oscuro? Yo, que soy invidente en asuntos textiles, no me había dado cuenta, pero tras pagarle las castañas bajé Estafeta hasta Mercaderes y, efectivamente, íbamos todos de negro, gris o marrón oscuro. Una iba de azul pero cuando me crucé con ella estaba hablando por el móvil en catalán. Oye, me quedé impactao. Luego me estiré hasta Navarrería y prácticamente el 100% de los que andaban sentados por las aceras habían ido al mismo estilista y a la misma tienda y hasta me pareció que tenían las mismas caras, algo que ya me había pasado al fijarme en los que se sentaban en las terrazas de a 2 euros el café en la avenida Roncesvalles. Una ciudad muy sencilla ésta, con saber elegir qué ponerte puedes ir a cualquier parte sin desentonar. Feliz y naranja año.
Se llevaban detenido a un tipo y gritaba: ¡me lo compré sin fijarme, me lo compré sin fijarme! Iba hecho un mar de lágrimas y un océano de mocos, en pleno Carlos III, a los ojos de media Pamplona, que lo miraba como miramos en Pamplona, como haciendo que no miramos pero tratando de escudriñarlo todo para luego contárnoslo como si nos fuera la vida en ello. Al parecer el delito consistía en que su abrigo era naranja, directamente naranja fosforito pito. Feo, sí. Daba al ojo, también, pero tanto como para detenerlo no sé. Me lo contó el castañero que se pone en la entrada de Estafeta mientras le daba la vuelta a ese disco tan agradable de Van Morrison que pone, de esos últimos discos de Van Morrison que son siempre el mismo. Hasta Estafeta había llegado la noticia en un pis-pas vía oral pasando por las terrazas guays de la avenida Roncesvalles. El castañero, que lo ha visto todo como todos los castañeros, comentaba: en esta ciudad se paga salirse de la norma. ¿No has visto que vamos todos de negro, gris o marrón oscuro? Yo, que soy invidente en asuntos textiles, no me había dado cuenta, pero tras pagarle las castañas bajé Estafeta hasta Mercaderes y, efectivamente, íbamos todos de negro, gris o marrón oscuro. Una iba de azul pero cuando me crucé con ella estaba hablando por el móvil en catalán. Oye, me quedé impactao. Luego me estiré hasta Navarrería y prácticamente el 100% de los que andaban sentados por las aceras habían ido al mismo estilista y a la misma tienda y hasta me pareció que tenían las mismas caras, algo que ya me había pasado al fijarme en los que se sentaban en las terrazas de a 2 euros el café en la avenida Roncesvalles. Una ciudad muy sencilla ésta, con saber elegir qué ponerte puedes ir a cualquier parte sin desentonar. Feliz y naranja año.
7 Comments:
Pobre tío, a lo mejor era daltónico como los hombres de mi familia (yo transporto el don). De todos modos, yo he pasado las fiestas en Pamplona con un abriguico rojo, y ni aún así me ha mirado un hombre...
Molts d'Anys per a 211!!!
Bueno, al menos no somos como los catalanes, que se ponen gafas de pasta roja, rojísima, y ya piensan que son menos provincianos de lo que han conseguido llegar a ser en estos últimos treinta años. Ni como los de Bilbao, que van de sobrados, y se pasan de la raya, como aquella camiseta del pathetic de petronor rojo mancha de tomate de la que se asustaron hasta ellos mismos.
La "modernidad" en Pamplona es patrimonio de los abuelos, que ya todo les da por el culo, y de los de la travesía de Bayona, claro.
¿Hay que disfrazarse? Bufffff, qué perezón.
Que ustedes lo empachen bien esta noche. Feliz año.
Pues hace poco estuve en Valladolid y me dijeron que en Pamplona somos muy lanzados vistiendo. Yo creo que el que lo dijo vino en nochevieja. A mi me va el color, por eso muchas veces cuando estreno algo, en lugar de decirme qué chulo, me dicen te pega mucho ;). Feliz año para ti también, Jorge. Urte berri on a todos.
Ostitú, güiki, pues la verdad es que veo muy pocas gafas rojas, rojísimas por aquí y mira que es un detalle - el color de las gafas - en que me fijo mucho, como tampoco veo muchos provincianos. Lo que sí leo, aunque no lo busque, es a gente que siempre está dispuestos a meterse con nosotros....
Bon 2011 per en Jorge i tots els seus lectors!
No jodas, no... de verdad, no, por favor, coño. Que ya voy por el quinto gintonic. Victimismo catalán no por favor, hoy no, que es muy cansino y se me baja el pedo. El año que viene si quieres salgo disfrazado de catalán con barretina y klenex, prometido, pero de verdad, con lo que nos metemos aquí con pamplona que venga un catalán a enseñarnos sus lloros de que no nos quiere nadie de verdad que es demasiado para el primer día del año.
guiki: mucho vas a tener que tocarle los huevos a Josep para sacarle de quicio, je je. Bueno, si te metes un poco con Dylan.
abrazos Josep, bon nadal!
¿Dylan Makey (o como se escriba) el que estaba liado con Brenda Walls (o como se diga)? Qué gente más rara estos catalaes de la seba terra.
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