20 marzo 2011

Fin de semana

A las cinco han llegado los vecinos de jarana y ha ladrao la perra. A las siete ha pasado la máquina barredora y he ladrado yo. A las ocho han cruzado los txistularis por debajo de la ventana. A las nueve ha aparecido el camión del vidrio y ha montado el pollo habitual. A las diez ha comenzado a tocar el saxofón el de la esquina. A las once menos diez han sonado las campanas llamando a misa en San Nicolás. A las once y media ha venido una manifestación de AHT Gelditu! con los Huajolotes a tope en un radiocassette. A las doce seguían los obreros del patio trasero arreglando a hostia limpia el tejado de la casa de al lado. Las palomas han estado arrullado toda la mañana sin parar. A partir de las doce y media se han juntado a tomar pinchos unas 1.000 personas en los cinco bares de debajo hablando al estilo español, a bocinazos. A las dos se ha presentado una cuadrilla al restaurante de abajo a hacer una comida vikinga y como no pueden fumar dentro han abierto los balcones del primer piso y los hemos tenido en los balcones hasta las seis, cuando ya no eran más que unos ectoplasmas y justo podían abrazarse y babear. A las siete hemos tenido una txaranga y acto seguido y hasta las diez los de los fritos de la mañana se han pasado a las cañas y en vez de bocinas usaban altavoces. Se han retirado todos a cenar, las palomas se han dormido, las campanas han dejado de dar las horas, la perra se ha sumido en sus propios pensamientos, los obreros han apagado sus linternas frontales y se han ido y mi rival y yo hemos salido del congelador. Dejamos encendida la luz de dentro, nos ponemos gafas de sol, nos damos crema y el lunes vamos contando por ahí que hemos estado de “fin de semana en la nieve”. Nos hemos puesto el último disco de Sepultura y nos hemos ido a la cama.

3 Comments:

Blogger vastoscampos said...

animo con la rutina jojo muy bueno

10:22 a. m.  
Blogger P said...

Mi amor: eso es el romanticismo propio de vivir en el mondongo y que a tantos nos ha hecho salir corriendo a fuera puertas, donde los problemas son otros y además vives lejos. Si es que hay que elegir y no se puede tener la torre de marfil sin que el noble gremio de hosteleros te monte un tugurio en los bajos (del edificio) para quejarse de que el negocio de la cirrosis y el colesterol no es lo que era y que para manis las de antes, que a la primera carrera se llenaba la barra.

7:05 p. m.  
Anonymous Txandrios said...

¿Ventanas con doble cristal y aislamiento a prueba de bombardeos tipo Libia?. Por dar alguna idea...
Salud

9:18 a. m.  

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