08 diciembre 2011

Pasión


Poca idea de lo que sería ser socialista en el XIX. O hasta antes de que ganara el Invicto. Poca. Pero, no sé, leyendo libritos, me da que poca relación con serlo ahora. Con serlo ahora, por ejemplo, como Consejera de Asuntos Sociales y que una organización –cristiana, en este caso, aunque sea lo de menos- te tenga que adelantar la pasta porque tú ni llegas ni se te espera. Y si se te espera, se te espera demasiao. Poca, supongo, aunque leer libritos está al alcance de cualquiera. Y ponerse chapas de Lenin en la cazadora. Es tirao, lo de los pins, cuesta el mismo esfuerzo que ponerse uno de Lady Gaga, porque ni hablan ni te piden explicaciones. Poca idea también de qué pasa por la cabeza de una supuesta socialista –ya sea de ahora o del XIX- cuando tu secretario general declara que sientes, como recién estrenada Consejera de Asuntos Sociales, “pasión por los más desfavorecidos” y resulta que estás en un mejunje en el que hay unos 200 millones de euros –ni idea de la cotización actual, ya lo sabrán los que se dedican a ese aspecto de la vida- muertos de risa en acciones de Iberdrola, que solucionarían esos pro-ble-mo-nes de cuajo. ¿No cree, señora Torres, que igual es como buen momento para plantearse dimitir si su propio gobierno no es capaz de deshacerse de esa mierdita moral para mostrar verdadera, real, práctica, pasión por los más desfavorecidos? ¿No cree? Usted misma, como usted misma antes las decenas de cartas de discapacitados y familiares de discapacitados que le están siendo remitidas mientras usted se apasiona, que no se duda, oiga, que no se duda. Pero ya, si lo pone en práctica, sería la hostia. El tema es que si usted es socialista, igual algún día hay que demostrarlo. Para que nos apasionemos un poco todos, que falta nos hace, ¿no?

2 Comments:

Blogger Aureliano Buendía said...

Muy bueno!!

9:42 a. m.  
Anonymous Soyamaiur said...

La sola foto simboliza por sí misma la moral y la ética del matrimonio que dirige esta Comunidad.

Me siento bien leyéndote. No estoy sola en esta travesía por el desierto. La luz decrece. No son imaginaciones mías.

Que me sienta humillada al recordar al vice de la Barci es normal. Es mucho más normal que no estarlo.

Que esta persona sin moral ni ética, sin principios ni finales, que solo puede acreditar como valor la acumulación de cargos en los últimos 15 años; que esta política (socialista o la etiqueta que sea) tenga en sus manos la cartera de Bienestar social es para cabrearse. No cabrearse es lo que no es normal.

Por mucho que nos hagan 'luz de gas' podemos gritar: la luz decrece.

1:19 p. m.  

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