19 mayo 2012

Menos mal


Llevaba unas semanas preocupado, como hasta huraño, eso que no sabes ni muy bien ni muy mal qué es lo que te pasa y si es que te pasa algo o en realidad eres así, pero ya estoy mejor, camino más ligero, cojo hojitas de los árboles, las parto, me las acerco a la nariz –con tener la hojita a la altura de las rodillas me vale-. Está todo bien, he localizado al problema –aunque a posteriori, lo cual no es muy brillante-: al presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra no le ocurría nada. Estaría, como otros muchos de ese estrato que tan callados llevan unos dos meses, recogido en su armario madriguera, del que salió el jueves para cantarnos aquella de Paco Ibáñez de Me lo decía mi abuelito, la de trabaja, niño, no te pienses que sin dinero vivirás. Sarriá, que comentó que la “reforma financiera se ha hecho tarde y mal” –esto se supone que los que están en ese estrato algo deberían haber visto, ¿no?-, también nos dejó unas cuantas lecciones. La primera fue: “éxito solo precede a trabajo en el diccionario”. Eso es lo que queremos: trabajo. El éxito nos importa menos. Dijo también que “hay que esforzarse más”. Se ve que nos ha dado a los navarros un bajón de azúcar de un tiempo a esta parte y nos esforzamos menos que cuando ninguno de ellos veía lo de la reforma financiera y el ladrillo. Nos hemos aburguesado. Somos lo peor, Sarriá, no me extraña que usted, Taberna, Pomés, el del Cima y los habituales de los mensajes bíblicos no se dirijan a nosotros con la asiduidad de antaño, qué antaño más hermoso pasó por nuestros ojos y mírenos, mírenos. Remató pidiendo más esfuerzo y menos salarios. El daño que hacen sus palabras a miles de enanos empresarios que sufren esto codo a codo con los trabajadores usted lo sabrá. Bienvenido. Pero esfuércese más la siguiente.



1 Comments:

Anonymous Txandrios said...

Empresarios de empresas de unos 20-30 empleados, ya tienen el miedo entre ellos. El viernes hablé con uno de ellos. Despotricaba contra gasto inutil en lo que todos sabemos (aeropuertos, TAVs, sueldos de políticos) un indignado más y no de izquierdas precisamente.
El presidente este, seguramante el mayor esfuerzo que hace en su jodida vida es el de la hora de ir al baño. Así que no nos toque los bemoles, ni a los pequeños empresarios tampoco.
Salud

1:28 p. m.  

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