Ojalá
No estáis en la onda, chicas, no moláis, que se dice ahora,
ahí, con una miserable pancartita. Eso no tiene ya glamour. Mucho menos desde
que detrás de las pancartas incluso se puede llegar a poner Lizarbe. Vais por
el camino equivocado, trabajadoras y algún trabajador del Centro Infanta Elena
dependiente de la Agencia Navarra
de la Dependencia
de la Consejería
de Asuntos Sociales de Elena Torres la del retrato que siente “pasión por los
desfavorecidos” y olé. Decía, que el mero hecho de que ya hace tiempo os
dejaran en manos primero de Mapfre Quavitae, que posteriormente fue vendido hará
un año a Sarquavitae, no nos importa. Y si el discapacitado, como os han metido
mucho más trabajo, tiene que esperar dos horas para ser tumbado en su cama
porque es inviable físicamente llegar a lo que os imponen, ¿qué más le da a él
o a ella? Total, ¿a dónde va a ir, qué prisa tiene? O si se caga encima. Eso,
con costumbre, se hace uno, que la capacidad de adaptación del ser humano es la
hostia. Y además no es ni del cuerpo. Esto os pasa por mezclar trabajo y
sentimientos. Eso no lo hacen vuestros consejeros ni accionistas, el Raventós y
el Guarner. Seguro. Ni vuestra Consejera, de qué. No se puede ir por la vida
así, porque te acabas llevando el trabajo a casa. Y la casa al trabajo. Y llega
un momento en que no sabes dónde estás y te quedas sin casa y sin trabajo. O al
revés. O lo dejas, con dos pelotas. Tened cuidado. ¿No entendéis que una macroempresa
privada como SARquavitae aspira a reducir costes a las administraciones para
lograr más concesiones? Seguro que sí. ¿Y os parece mal? ¿Por, porque empeora
la atención a los más desfavorecidos? No espabiláis, estáis anticuadas. Pero ojalá,
como en El Retrato de Dorian Grey,
nunca envejezcáis. Y que envejezca el retrato, ¿no?
3 Comments:
Jorge, no te quepa la menor duda de que la lectura de tus columnas es uno de esos momentos que reservo yo de cada día, y ninguna me deja indiferente. Pero la de hoy nos ha llegado a mi mujer, trabajadora en el Infanta Elena, y a mí muy especialmente. Gracias, Jorge, muchas gracias.
Un placer, compa. Gracias a vosotros.
abrazo.
Que voy a decir como trabajadora del centro Infanta Elena.Me ha gustado tu articulo .GRACIAS
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