Pobre barrio
“Eran una pareja muy normal,
¿quién podía imaginarlo? Nos saludaban en el ascensor, él siempre tan atento...
ella tan sonriente... Estemos todo el barrio consternao. ¿Esto en
qué cadena lo echan?”. Lo único bueno de las rupturas es la letra pequeña,
porque la grande básicamente siempre es la misma: eran una pareja muy normal
y lo siguen siendo de uno en uno, con la salvedad de que se han mandao a tomar
por saco. A mi esto me encanta, especialmente si quienes rompen son parejas
perfectas como Barcina y Catalán, él siempre tan atento y ella tan
sonriente. No te va nada en el tema, pero te descojonas. Sobre todo mirando al
barrio, que se queda consternao. Te descojonas también en defensa
propia, porque intuyes que el peñazo que nos va a caer de aquí a un mes es de
órdago. Por eso miro la letra pequeña, que es donde nos retratamos todos, ya
que el 98% del tiempo todos somos más majos que el copón y mientras huele a
flores y todo eso y la situación que sea es pasable damos el callo. Es en el 2%
restante donde la cosa cambia. Y ahí los dos se han retratado. Han quedao
como el culo. Catalán afirmó que “Navarra es tierra de pactos y los pactos
están para cumplirlos, y yo como navarro he cumplido mi palabra”. Esto –al
margen de aldeano a más no poder, como si ser navarro y cumplir pactos fuese
todo uno- es de una bajeza moral deleznable, curiosamente la misma que se
achacaba a otros desde UPN. Mientras, Barcina ya habla de Catalán como “una
persona que decidió presentarse a presidente”, que es “lo que el señor Catalán
venía queriendo desde siempre”. Vamos, que tenía un plan muy viejo, el perro de
él. Jeje. Le acusa de querer lo mismo que quiere ella y tiene. Estos dos se van
a disputar la presidencia del partido que gobierna. Y todo el barrio consternao.
Y hace tanto ya...
1 Comments:
Yo quiero una de barrera p'a ver estos "cabestros". Esto sí que es cultura.
Salud
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