24 febrero 2013

Reformas


El próximo 3 de marzo una UTE formada por Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados y Construcciones, Ferrovial y ACS iniciará las tan esperadas, complejas y costosas –el presupuesto inicial estimado asciende a cerca de 240 millones de euros, aunque siempre se suele desviar un poco, al alza, esto es España- obras de rehabilitación y reforma de don Juan Carlos de Borbón y etc, nacido en Roma, ciudad eterna y ¡qué os vamos a contar que no sepáis de Roma! El final de las obras está previsto –más o menos- así a ojo para el 2020 o por ahí. Una vez concluida la reparación de tan valiosa figura y siempre que sea necesario para asegurar bien los flejes a los pernos y habida cuenta de la dificultad que entraña arreglarle una sola puta cosa más sin que se desmonte, le será colocado a la altura de por donde la mitad un puente, que cruzará –como hacen los puentes- de lado a lado y asentará el terreno, al tratarse de una tufa inestable y estar las dos orillas más bien descancalladas. El puente, lógicamente, será de Calatrava. Va a quedar que te cagas. Este es el plan hoy, 24 de febrero, lo que les podemos contar, que de aquí al 3 de marzo lo mismo hay algún desprendimiento más o se cae el andamio provisional o alguna inconveniencia y se va todo al carajo y, hala, llama a la peña, cuéntales, que si sube el presupuesto, que si tenemos unas chapucillas que acabar en unos pisos en Moratalaz, convéncelos, prepara nueva nota de prensa, llama a casa y que otra vez llegarás tarde, que te deje algo en el microondas. En fin, por no hablar del cabrón del arquitecto, el de Franco S.L., que sabe que se lleva el 10% de todo –por ley- y te diseña siempre lo más caro. Yo, la verdad, cuando me hicieron Jefe de la Casa me imaginé algo más liviano. Pero bueno, por España. Ale, que os jodan.