Su papel
Siento brasearles con mis cosas,
pero a veces no encuentro nada más a mano. Y por no estirarme... Creo que ya
les conté que tengo tres autógrafos: uno me lo pidió Manolo Sagüés. Es de
Joaquín Vidal. Detesto las corridas de toros, pero Joaquín Vidal era el cielo
con un boli en la mano. Otro me lo pidió mi hermano. Es de Manuel Vázquez
Montalbán. No detesto nada de MVM. Me parece un genio global, en todo. El otro
es de Alfredo Landa. Ese lo pedí yo. Tendría 16 años y entré en casa de
Marcelina y Mari Nieves, supongo que sudado de jugar en el frontón que tienen
al lado, a ver si me daban un poco de agua y en el cuarto de estar estaba
Alfredo Landa, tan campante. Ese año acababa de estrenarse El Bosque Animado
y ya habíamos visto todos Los Santos Inocentes y por supuesto Tristeza
de Amor –magistral, como el increíble Walter Vidarte- y El Crack y
muchas más y, cómo no, La Vaquilla. A día de hoy, cuando me encuentro
con el amigo Oskar Alegría hacemos amago de darnos la mano y uno de los dos la
retira rápido y suelta ¡mi sargento, pero si se ha cagao! Mari Nieves le
contó que era hijo de una a la que también había cuidado de vez en cuando, como
a él, la buena de Paula, de la Farmacia, que había muerto tres años antes y a
la que enterramos –como a todo el pueblo- 100 metros detrás del cuartel de la
Guardia Civil en el que pasó su primera infancia Landa. Y nos contamos cuatro
tontadas y, mucho más nervioso que si tuviera delante a Robin Wright recién
salida de La Princesa Prometida, le pedí un autógrafo. Le pedí que lo
firmara como Fendetestas. Eso hizo. Cuando pasee este verano por el bosque que
los dos veíamos desde la ventana, pensaré en él y le daré las gracias por
bastantes actuaciones magistrales y su gran simpatía aquel día. Y guardaré su
papel. Como he hecho siempre.
1 Comments:
Grandes papeles de un tipo con carácter peculiar, autentico.
Salud
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