Puerro
Paula Radcliffe representa lo
mejor del atletismo mundial. Cuando el atletismo africano femenino ya había
desembarcado de forma masiva en los campeonatos –algo que no sucedió hasta bien
entrados los años 90- era la única oveja blanca entre la fabulosa manada negra.
Su agónico estilo y sus épicas peleas en los mundiales de cross ante etíopes y
keniatas forman parte de lo más colosal de la historia del deporte más antiguo
y sencillo. No tiene ni una sola medalla olímpica, pero sí el récord del mundo
de maratón, varios títulos mundiales y europeos y toda la admiración, aunque no
tenga la fotogenia de Isinbayeva y otras tantas con muchos menos méritos que
ella. Sus 2.15:25 son solo 64 segundos más que el récord navarro masculino de
Andrés Pérez, un registro el de Pérez que ya tiene 17 años y que tardará muchos
en ser batido, porque ahora corre más gente, sí, mucha más, pero se corre –en
general- bastante más lento. Radcliffe hubiese ganado el Medio Maratón de
Pamplona del pasado año, tanto –por supuesto- en mujeres como en hombres. Esa
clase de nivel. Pues bien, a sus 39 años, madre de dos hijos que no la han
retirado de la competición, es –desde siempre- una implacable perseguidora del
dopaje y lleva desde 1999 un lazo rojo exigiendo controles de sangre y que se
hagan públicos. Ayer pidió desde su cuenta de Twitter a los deportistas
españoles que exijan que la juez de la Operación Puerto no destruya las
bolsas de sangre, que es lo que va a hacer. Esas bolsas no son de enfermos, son
de tramposos: ciclistas, atletas, tenistas y futbolistas, como poco. España es
el completo hazmerreír y llorar del mundo deportivo y nuevamente si algo
llegamos a conocer será gracias a otros, mientras aquí preferimos los
chuletones y la Operación Puerro y comentar las portadas del Marca.
1 Comments:
Barraaa libreeee, señores.
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