Postventa
Cuando llueve me mojo los pies. Esto en sí mismo es normal. Si te pasa cuando estás en la cama, no tanto. Flop, flop, la gotera entra por no se sabe dónde, baja por la viga y se tira encima del edredón como se tiran los lemmings por los acantilados. Llamas al que te hizo el tejao y viene a la hora que suele ser la de la siesta. Un tío simpático de ganas, no como uno que nos vino a ver si nos ponía unas cortinas para el velux, no sólo las ponía sino que era el representante, y después de 10 minutos de quejarse amargamente de lo difíciles que son de poner las cortinas del velux dijo tal que esto: “¡Joder, que no las pongo, que tengo un clavo que no me tengo en pie!”. Así, como se lo cuento. El caso es que viene el del tejao, te dice que se forma una balsa o que se ha levantao la tela asfáltica y que solucionao. Al día siguiente cae el agua en mitad de la alfombra del cuarto estar. Pero nada como lo del lavavajillas, que lo tenemos encastrao o integrao o como se diga. Vamos, que no se ven los botones. El primer día funcionó bien, pero se vino abajo, literalmente. Está enganchaó con dos tornillos de rosca que han cedido la madera y por mucho que los aprieto, na, a mitad de prelavado empieza a soltar agua a mares. Vino uno y dijo que podía ser la goma. Le dijimos que eran los tornillos, pero como él era del fabricante y no del instalador, pues nada, nos quedamos con los tornillos en la mano. El instalador no ha venido. Llevamos un año y medio detrás de él y su jefe, cada vez que le llamo, se echa las manos a la cabeza. Yo me las echo a otro sitio. Hemos pensao que tal y como está la postventa vamos a poner el lavavajillas en mitad de la cama y así no fregamos a mano. Ya dormiremos en el frigorífico, donde la huevera. Por huevos va a ser.
Cuando llueve me mojo los pies. Esto en sí mismo es normal. Si te pasa cuando estás en la cama, no tanto. Flop, flop, la gotera entra por no se sabe dónde, baja por la viga y se tira encima del edredón como se tiran los lemmings por los acantilados. Llamas al que te hizo el tejao y viene a la hora que suele ser la de la siesta. Un tío simpático de ganas, no como uno que nos vino a ver si nos ponía unas cortinas para el velux, no sólo las ponía sino que era el representante, y después de 10 minutos de quejarse amargamente de lo difíciles que son de poner las cortinas del velux dijo tal que esto: “¡Joder, que no las pongo, que tengo un clavo que no me tengo en pie!”. Así, como se lo cuento. El caso es que viene el del tejao, te dice que se forma una balsa o que se ha levantao la tela asfáltica y que solucionao. Al día siguiente cae el agua en mitad de la alfombra del cuarto estar. Pero nada como lo del lavavajillas, que lo tenemos encastrao o integrao o como se diga. Vamos, que no se ven los botones. El primer día funcionó bien, pero se vino abajo, literalmente. Está enganchaó con dos tornillos de rosca que han cedido la madera y por mucho que los aprieto, na, a mitad de prelavado empieza a soltar agua a mares. Vino uno y dijo que podía ser la goma. Le dijimos que eran los tornillos, pero como él era del fabricante y no del instalador, pues nada, nos quedamos con los tornillos en la mano. El instalador no ha venido. Llevamos un año y medio detrás de él y su jefe, cada vez que le llamo, se echa las manos a la cabeza. Yo me las echo a otro sitio. Hemos pensao que tal y como está la postventa vamos a poner el lavavajillas en mitad de la cama y así no fregamos a mano. Ya dormiremos en el frigorífico, donde la huevera. Por huevos va a ser.
3 Comments:
Muy bueno. Me he reído mucho y eso te lo juro no es fácil
y habrá alguien a quien le pasen tantas cosas??
eso le pasa a mucha gente
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