14 enero 2006


Nota

Este pueblo es muy divertido, la verdad, da gusto. Yo hay días que me río como una hiena. Como aquel que hace más de 65 años vio el preestreno de Ninotchka, de Lubistch, y dejó apuntada su impresión en la tarjeta que daba la productora para opinar. Lubistch leía todas las tarjetas muy serio, hasta que llegó a ésta y le entró el ataque de risa. Se la pasó a Billy Wilder, que iba con él en el coche. La tarjeta decía (lleva dos rombos): “Una película muy graciosa. Me he reído tanto que me he meado en la mano de mi novia”. Yo ayer me reí como hacía meses y te lo agradezco Maiorga, me alegraste el día. El caso es que, preso de la incontinencia verbal y comunicadora casi on-line que sufren los partidos, Maiorga Ramírez, presidente de EA en Navarra, mandó el jueves una nota de prensa poniendo a caer de un burro a Miguel Sanz por unas declaraciones que había hecho en La Rioja. Y resultó que Miguel Sanz ni había abierto la boca, con lo que le cuesta a veces, ni había estao ese día en La Rioja, ni cosa parecida. Las declaraciones las había hecho el Presidente de La Rioja, Pedro Sanz, pero al cachondo de Maiorga se le cruzaron los flejes, se le mezclaron los Sanzs (que no me extraña) y se marcó un gazapo de campeonato, tanto que, a la hora de redactar estas líneas (15:30 horas del viernes 13 de enero), la nota de prensa sigue colgada de la página web de Eusko Alkartasuna, no sé, como homenaje al teatro del absurdo de Ionesco o así. Yo es que ya me veo que ahora cada vez que se crucen en el Parlamento le dirá Maiorga a Miguel: “¡Hasta luego Pedro!”. Y el otro le contestará: “¡Hasta luego Begoña!”. Y cada uno a lo suyo. Y a seguir mandando comunicados a la velocidad de la luz. Como dice Walter Sobchak (John Goodman) en El Gran Lebowski: “Niños de ocho años, Nota”.