29 abril 2006


Me niego

Me niego en círculo a que un Municipal (o quien sea) me husmeé por vídeo cuando voy por la calle, sea la hora que sea, así la ausencia de cámaras se traduzca en que si alguien me asalta luego no se le pueda identificar. ¿Qué pasa, que no te pueden asaltar también en las Bardenas? Esto se sabe cómo empieza pero no cómo acaba. Que el Ayuntamiento de Pamplona se planteé poner cámaras en el Portal Nuevo porque en 6 meses han tirado dos tapas de alcantarilla barandilla abajo clama al cielo. ¿No hay otras opciones para que las personas normales (es un decir) no tengamos que compartir nuestra intimidad con los mercedes milá del ayunta porque existan cafres con el cerebro de un pistacho? Claro, entiendo que el pobre al que le cayó la tapa encima estará de acuerdo (yo también lo estaría), pero seguramente también hubiera preferido que a esa hora, si es un punto peligroso (como es y como se sabe desde hace tiempo que lo es, porque los que vuelven de mambo de lo Viejo a San Juan por ahí son legión y algunos, por mera estadística, unos fiemos), hubiera policías de paisano pegándole al katxi o liándose un porro para dar el pego. Porque aquí venga de salir hornadas de munipas y forales, que me parece muy bien, que cada uno se gana la vida como le peta, pero luego, en cuanto se hace de noche, se la da en el vídeo al play desde el despacho (que fuera hace frío) con los pies cruzados encima de la mesa y rascándose un huevo y “mira ésa qué tajada lleva” (¿a ti qué te importa la tajada que lleva?). Que los organicen mejor, que alucino cada vez que alguno me dice que tiene toda la semana fiesta porque la pasada curró tres noches (bajo techo). Me alegro por él, pero así no va el tema, así, con las camaritas, pagamos todos la incompetencia de algunos y la locura de otros.