22 octubre 2008

Brasas

Hay que reconocerle al presidente de la Institución Futuro, Julio Pomés, que es una persona insistidora y eso en según qué aspectos de la vida es una virtud, la de no dar tu brazo a torcer. Pomés, por ejemplo, si diera su brazo a torcer a lo que se ve iría a la sanidad privada a que lo se lo pusieran recto, porque, dijo ayer, que lo que el usuario quiere es que la sanidad sea de calidad y le da igual si es pública o es privada. Dijo también que como resulta que la pública es gratis mucha gente abusa de ella y que eso nos está llevando al caos sanitario y que por eso él establecería un pequeño pago –le llaman copago pero yo tanta revuelta no entiendo, donde esté un seno que se quite un coseno- para disuadir a la gente de ir tanto de médicos. Argumentó Pomés a su vez que la calidad baja precisamente por ese abuso de unos cuantos –no dijo su procedencia, tal vez se quedó con las ganas-. El Gobierno de Navarra en pleno presente en la charla se le echó encima y le dijo que de pago nada, cosa que a mi que soy muy mal mirao hasta me hace pensar a ver si no es este Pomés un contratado al efecto por el Gobierno simplemente para quedar ellos como los buenos. No sé. Seré bien pensado, que realmente él lo cree así, a lo que está en su perfecto derecho. Y siendo bien pensao le digo al señor Pomés que la gente aquí toda y todos abusamos de muchas cosas que nos cuestan a todos mucho y que si la salud gratuita que es un derecho universal y un objetivo clave de toda sociedad civilizada sale cara pues que salga cara. Y si el problema es que el Gobierno no tiene ni puta idea de cómo meterle mano al aumento de la demanda y no sabe cómo hacer atractiva la medicina en Navarra para los médicos que le meta usted señor Pomés caña al Gobierno. Y a los pacientes déjenos en paz.