Huelgas
Ayer hubo gente que trabajó, no pudieron con ellos ni los piketes –pasó uno bien ruidoso por mi calle a eso de las 10 de la mañana y salimos todas las amas de casa en bata a los balcones, mi bata era de las más feas, tendré que comprarme otra. Y un hule-. En concreto, ayer se notó por el centro de Pamplona una mayor presencia de personas que piden, de los que piden a cara descubierta, no como los de los concesionarios de coches o los de Guendulain, éstos al menos tienen vergüenza y te piden la pasta de tú a tú y muchos de ellos se lo gastan en vino, que al menos es algo barato y legal, y no te cuentan polleces de que andan mal de cash-flow. Visto que era día de mucho movimiento y, al parecer, mucho compromiso –hace dos meses debía de estar el mundo fantástico, se ve-, pues migraron de sus lugares habituales, normal. Uno en concreto tenía un lema como el que sigue: dame algo para volver a casa, que me están esperando. Supongo que con la pasta que habrá recaudao en toda su vida ya habría poder dado 30 vueltas al mundo y que llevarán esperándole desde el 76, pero tenía tanta gracia hablando que a ver quién le decía nada y además quién es nadie para decirle nada. La gente que pide por la calle tiene en general mucho mérito y, como en todo grupo que se precie, cuenta en sus filas con auténticos genios. A mi hace un par de meses me paró uno y me dijo: dame un eurillo, que tú lo vas a malgastar. Ante eso no hay nada que decir, más que darle la razón, el euro y los buenos días y desearle que, la verdad, lo gaste mejor que como los llevamos gastando los demás desde hace tanto tiempo. No dudo que lo gastaría mejor, al menos seguro que no lo entregó a forajidos de toda clase sin escrúpulos, lo que ya es algo, bastante más de lo que hacemos muchos. Hay muchas clases de huelgas.
Ayer hubo gente que trabajó, no pudieron con ellos ni los piketes –pasó uno bien ruidoso por mi calle a eso de las 10 de la mañana y salimos todas las amas de casa en bata a los balcones, mi bata era de las más feas, tendré que comprarme otra. Y un hule-. En concreto, ayer se notó por el centro de Pamplona una mayor presencia de personas que piden, de los que piden a cara descubierta, no como los de los concesionarios de coches o los de Guendulain, éstos al menos tienen vergüenza y te piden la pasta de tú a tú y muchos de ellos se lo gastan en vino, que al menos es algo barato y legal, y no te cuentan polleces de que andan mal de cash-flow. Visto que era día de mucho movimiento y, al parecer, mucho compromiso –hace dos meses debía de estar el mundo fantástico, se ve-, pues migraron de sus lugares habituales, normal. Uno en concreto tenía un lema como el que sigue: dame algo para volver a casa, que me están esperando. Supongo que con la pasta que habrá recaudao en toda su vida ya habría poder dado 30 vueltas al mundo y que llevarán esperándole desde el 76, pero tenía tanta gracia hablando que a ver quién le decía nada y además quién es nadie para decirle nada. La gente que pide por la calle tiene en general mucho mérito y, como en todo grupo que se precie, cuenta en sus filas con auténticos genios. A mi hace un par de meses me paró uno y me dijo: dame un eurillo, que tú lo vas a malgastar. Ante eso no hay nada que decir, más que darle la razón, el euro y los buenos días y desearle que, la verdad, lo gaste mejor que como los llevamos gastando los demás desde hace tanto tiempo. No dudo que lo gastaría mejor, al menos seguro que no lo entregó a forajidos de toda clase sin escrúpulos, lo que ya es algo, bastante más de lo que hacemos muchos. Hay muchas clases de huelgas.
2 Comments:
Jorge, he visto en CAD la queja de San Juan de Dios por tus artículos. Y he leído los comentarios de tu artículo de ayer... Está muy bien que dispares contra todo lo que está podrido, aunque te van a brear una y otra vez por todas partes. Sobre todo, porque aquí hay pocos articulistas merecedores de tal denominación. Enhorabuena por ser uno de ellos y una excepción en la prensa navarra.
Tienes un punto Haro Tecglen muy difícil de encontrar en otras columnas, que es más que de agradecer... Sigue así, de francotirador. A pesar de los pesares.
Suerte en la andadura!
Pues si Nagore, eres el robin de las noticias. Quitando su honor a los ricos y podridos políticos, denunciando las injusticias para devolverles la honrilla a los mendigos callejeros.
Me quito el sombrero
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