Antiguo

Diario de Noticias tiene una nueva página wet de ésas. Enhorabuena. Sólo le veo un error. Bueno, dos. El primero, sencillo de solucionar, consiste en que sale mi gepeto por alguna parte, y además es un posado-robado que hice años a. Ahora tengo mucho más pelo, llevo gafas de ventisca y ocho pendientes de aro en cada oreja, amén de patillas, barba, perilla y de todo. Quitarla, por favor, que me mira mal la del súper. Sé que estamos en la era de la imagen, lo visual y eso, pero, como habrán podido comprobar, aquí –en el papel, que de momento es lo que nos da de comer a unos y otros- no aparece –afortunadamente- mi cara. A mi me gusta así, es una manía. Conocer la cara del tipo o tipa que lees a mi me despista, porque hay caras que no pegan con determinadas cosas y cosas que no pegan con determinadas caras. Hay caras que sencillamente no pegan con nada. La mía es de ésas. Verle la cara a un periodista que escribe en un periódico es meter la televisión de por medio, con todos los inconvenientes que tiene la televisión y ni una sola de las ventajas. Y a mi –vuelvo a insistir que es una manía personal, como quitarme las gafas por el medio- me gustan los periódicos. Soy un antiguo. Y un tímido. No es que me vaya a rajar la tripa si no la quitan, pero a mi no me importaría. Lo dejo a vuestro criterio –pero el mío por escrito, ja-ja-. El segundo error –mínimo, eso sí- es que nos vamos a ir todos al paro. Tal vez no mañana, ni pasado, pero sí dentro de poco. Es un problema este de la convivencia de ediciones digitales gratuitas con ediciones de pago en papel que es mundial y que aún no ha resuelto nadie. Yo, para no variar, no tengo una solución. Sólo la extraña sensación de que se acaba una era que dentro de nada será la antigüedad. Y es incómodo ser antiguo tan joven.