Asuntillos

Claro, como pasan tantas cosas algunas semanas, otras se quedan como oscurecidas, como que casi nadie se acuerda ya de ellas. Como ayer se fusionaron CAN y Caja Canarias ya tenemos tema para semanas. Y como yo de semanas voy bien, pues eso, para otra semana. Lo mismo con ese curioso hecho de que la hasta hace nada vicepresidenta de CDN haya preferido el sillón en el Departamento de Educación que su compromiso con el partido gracias a cual ocupó y ocupa ese sillón. Para otra semana, que ya habrá semanas más secas. Me quedo con esta frase, pronunciada hace poco por el ya ex consejero de vivienda, Carlos Esparza, al hilo de su satisfacción por “no contravenir el espíritu del baremo único en la gestión de viviendas subvencionadas: puedo asegurar que no fue fácil sustraerse a las presiones, sobremanera las de UGT bajo el pretendido paraguas del cooperativismo obrero”. Es la lástima de los políticos, que cuando están en el cargo no sueltan en general más que obviedades y que luego, cuando los largan, o se callan porque les conviene o por no revolver o vete a saber. Esparza al menos algo ha dicho, aunque esta frase quedase en su momento miniaturizada por su imagen mientras empaquetaba sus pertenencias: presiones de UGT. Suena feo, ¿verdad? Ya sólo la palabra presiones suena agresiva. Y que sea en un tema como el de la vivienda aún más, ¿no? Me pregunto: ¿los sindicatos no están para el tema del trabajo? No sé, tal vez sea yo el raro, pero así debería ser, creo. Si estás a más cosas, te despistas. Y no haces del todo bien tu labor, te diluyes. Ahora ya no hay un consejero que en principio se vaya a resistir a esas “presiones”. Al PSN le parecía bien lo que demandaba UGT. Será interesante observar cómo van quedando estos asuntillos ahora que ya sólo gobierna UPSN.