Feliz acidez
El incomparable Ito, co-propietario junto a sus dos hermanos de uno de los principales centros futbolístico-taurino-cinegético-culturales de Pamplona –el legendario bar Mont Blanc- me comentó el lunes que me veía más ácido. Como nos conocemos hace un cuarto de siglo, a Ito no hace falta que le diga que no es un asunto personal: tranquilo, Ito, que esta es una ocupación como cualquier otra. Andaba pensando en eso cuando leo: dimite el director médico del Hospital de Navarra; Navarra recurrirála Ley del Aborto. Esto, quieras o no, te enfada, porque aquí tapamos boquetes con pañuelos, aquí se nos está cayendo por una pésima gestión y una insuficiente disposición presupuestaria –en números porcentuales respecto al global del presupuesto y respecto al PIB, no en cifras gordas que tanto venden los amigos del copago y la derivación- la principal empresa de Navarra –el SNS-, la que todos deberíamos cuidar sin abusos –ni internos ni externos- y nuestra preocupación principal parece ser un “contrafuero”. Me meto el contrafuero por el recto, qué quieren que les diga. El contrafuero, el fuero, la historia de Navarra, la real, la inventada y la soñada. Mi madre termina hoy la radioterapia. Está estupenda y ha aguantado el tute –también el viejillo, ¡crack!- como lo aguantan las madres, al chingue. Quiero mandar -porque no lo hice en su día- mi infinita y eterna gratitud a todo el personal que se ha cruzado en su camino desde septiembre. Sé que es su trabajo, pero todos sabemos de personas que trabajan con desgana, así que gracias absolutas a todos y todas. Mientras se nos va desmontando lo más valioso que tenemos, algunas y algunos intentan desviar la atención –la atención y a las navarras que tengan la desgracia de tener que abortar-. Ito, lo dicho, feliz. Pero que les den.
El incomparable Ito, co-propietario junto a sus dos hermanos de uno de los principales centros futbolístico-taurino-cinegético-culturales de Pamplona –el legendario bar Mont Blanc- me comentó el lunes que me veía más ácido. Como nos conocemos hace un cuarto de siglo, a Ito no hace falta que le diga que no es un asunto personal: tranquilo, Ito, que esta es una ocupación como cualquier otra. Andaba pensando en eso cuando leo: dimite el director médico del Hospital de Navarra; Navarra recurrirá
5 Comments:
Cuando metan dentro del SNS los dentistas, apoyaré -con eso mismo-, los abortos gratuitos. Más condón, cojones, que el embarazo no es una enfermedad, coño. Quien quiera abortar que se lo pague.
Para personas que trabajan con desgana, vean a la Kutz-Healthcare woman dar una charla sobre sus acciones.Los dentistas ya están en la seguridad social, hace más de diez años visite yo uno, ¿y eres hombre, verdad?.
Salud
Ya me dirás donde te empastan la muela entonces.
No sabía que era importante el sexo del escribiente para tener o dejar tener razón. ¿Discriminas por sexo txandríos?
Si te gusta más, como mucho, te concedo sustituir la palabra condón por la de método anticonceptivo, de más amplio espectro. He utilizado la palabra condón por ser el más usado y ser el ñunico que ademñas te protege de ETS varias.
Reitero, el embarazo no es una enfermedad, y como yo no me opongo al aborto, que se lo pague cada uno, en escrupuloso neutro.
Y el cáncer también. El que quiera curárselo que se lo pague, que no tenemos más que visio y corrusión, tanto coche y tanto vertido industrial... Y si no, a vivir al campo, donde no hay contaminación.
Lo mismo con las enfermedades cardiovasculares, tanta chuleta, tanta txistorra, y tanto queso idiazabal, y todo bien regadico de tinto... visio y nada más que visio. Que se lo paguen ellos! O los mandamos a la lejana Euskadi, como a las chavalicas estas...
Anton el demagogo.
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