30 diciembre 2011

Flexibilidad


Cuando leo la palabra flexibilidad bajo a zancadas las escaleras y les acabo a las mozas del Aliprox la mantequilla. Miro la que caduca más tarde y me la aplico entera. Ayer se la leí al presidente de la CEN, que cuando había ingentes beneficios no se ponía troskistabajemos horarios y salarios-. Yo una vez fui a entrevistar al anterior presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Navarra. Tenía cita a las 11 y me tuvo hasta las 13 esperando. Me fui. Claro. Dos horas mías valen un pastón, lo menos a 6 euros la hora. A mi los empresarios me caen bien. Un familiar lo es, tras ser obrero. Se mete en la cama y apenas duerme. Y antes que bajar un sueldo, se corta un dedo. Y antes que echar a nadie, se corta el brazo. Pero tiene que hacerlo. Lo sé. El 99% de los trabajadores haría lo mismo. La vida es cabrona cuando es cabrona, para todos. Pero cuando no es cabrona, solo es menos cabrona para los mismos. Por eso me aplico la mantequilla cuando hablan Sarriá y cía. O cuando habla el tal Julio Pomés, aquel que montó el Think Thank ése Institución Futuro y que ya hablaba del copago cuando nuestra inversión en sanidad sobre el PIB está punto y medio por debajo de la media europea. Qué tío. Tiene una tribuna en el otro diario y acusa a los sindicatos de vivir solo del dinero público. Le jode que los trabajadores se organicen, le jode. Este llamaba día sí y día también al Gobierno de Navarra ofreciendo estudios de su Think Thank. Cobrando, claro. Eso no lo cuenta, claro, eso no lo cuenta. Pero así es la vida, Julio: flexible. Hará unos meses escribió un artículo delirante en el que él, un supuesto cívico –Civismo se llama ahora su montaje-, ponía a caldo no recuerdo a quién. Ya lo recuperaré. Con este personal nos va a tocar lidiar, con este. Suerte, hará falta.

4 Comments:

Blogger P said...

A ver, Darling: Si un tipo como el Dani Martín, supuesto cantante y actor, escribe antes de la treintena su biografía vital, y para asombro del universo va y se vende, con lo que tienes almacenado, te lo he dicho alguna vez, ¿por qué no lo escribes? Anímate!

12:30 a. m.  
Anonymous Marciano 2 said...

Al tal Pomés, no se le conoce oficio que no sea pontificar sobre cómo tienen que recortarles derechos a los demás. No a él, claro. Profesor de la Universidad Pública, que la última vez que vio un alumno, éste llevaba plumín y tintero.
El citado, salió por la gatera de su primer chiringuito para fundar otro llamado Cinismo. La errata es adrede.
¿y de qué vive? Pues del pastón que le pagan las administraciones por su estupendos informes y las charletas que cobra a doblón.
¿Copago? Sí, ya estamos copagando a los jetas...

11:34 a. m.  
Anonymous Soyamaiur said...

Debería abstenerme de dar mi opinión sobre el pensador agradecido. He decidido hacerme zen y si salen de mí los exabruptos que me inspira la energía negativa inunda mi verde valle. Compartí mesa con él durante una hora de la que todavía no me he repuesto y me sigo pellizcando para cerciorarme de que no es un dibujo animado que no tiene la culpa de que le hayan dibujado idiota, soberbio y grosero, amén de misógino y prepotente.

Como bien decís estamos en manos de estos personajes de mal comic. Es terrible e increíble, pero es verdad. Es verdad.

Mañana os deseo feliz año.

12:17 p. m.  
Blogger jorgenagore said...

marciano: grande.
soyamaiur: más.
yo: le vi salir hace poco de la Iglesia de la Plaza de la Cruz. Las iglesias deberían tener reservado el derecho de admisión.
abrazos.

12:58 p. m.  

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