07 enero 2012

Niños


Es que he visto crecer a Kiko Rivera, que antes se llamaba Paquirrín, como Yurena se llamaba Ámbar y antes Tamara. Recuerdo cuando su madre lo presentó y mi madre dijo: ¡Diosss, no había visto un bebé tan feo desde que naciste tú! Una de esas frases cariñosas que te marcan. También he visto crecer a Tamará Falcó, Carlota Casiraghi, Alonso Aznar y así una lista del copón. Y a Santiago Cervera, Eradio Ezpeleta, Sánchez de Muniain, Alberto Catalán, Sergio Sayas, Ion Erro, Fermín Alonso, Cristina Sanz, Carmen Alba, Elma Saiz y así multitudes. Todos ellos son menos feos que Kiko Rivera, aunque el chaval ha mejorado, lo juro. Y por lo menos son igual de listos y listas, porque todos ellos también comenzaron a asomar los hocicos por los papeles casi cuando ni se afeitaban o depilaban y miren qué majos y lustrosas están. La juventud es que cuando quiere dura toda la eternidad. Sin irme allá, también recuerdo como si fuera mañana el mediodía en el que ví una de las primeras ruedas de prensa de Elma Saiz, una en la que si le dan a leer el prospecto del Fastum Gel lo lee y ni se inmuta. Ver leer a un político es como oírle la voz a un ronco, que no sé por qué se te abrillantan los ojos. Pero digo yo que habrá mejorado. Y que tiene el perfil idóneo para su nuevo puesto, como lo tendrán las otras decenas de militantes del PSN que han dejado vacía la sede y los muchos más de UPN que a este paso dejan vacía la suya, aunque ahí al haber más oferta pues hay más demanda, cosas del mercado. A mi, lógico, todos estos procesos personales me emocionan hasta el último poro y miro a la Luna y sueño y deseo y pido que Kiko se case con Jessica o como se llame y tengan un niño que sea aún más feo que su padre y que Elma les dé una subvención del Instituto de la Familia al alba al alba al alba.

1 Comments:

Anonymous Soyamaiur said...

Lo que es conocer a la gente. Me pregunto si en otros tiempos, sospecho que lejanos, significaba otra cosa que no fuera saber sus miserias, pero no humanas que de esas vamos sobrados todos.
Me pregunto si conocer un poco más allá del nombre, la foto y el cv engordado de un político era saber sus virtudes que por culpa del cargo quedaban desdibujadas, como un sentido del humor especial; sus vicios intelectuales como pasión por Cortazar; su talento para algo genuino como reparar un ordenador. Yo que se, algo que le alejara de lo previsible, sabido, manido, explotado o conservado. Cuando no elevado a categoría lo que es solo habilidad.
Hoy conocer la cara oculta de la Luna produce tal nausea
que ni siquiera es útil desenmascararla porque señalar los
secretos de saldo te ponen en riesgo de formar parte del circo y eso... nunca.

10:43 a. m.  

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